Iker Casillas no pasa por su mejor momento futbolístico. Más allá de que sus prestaciones al 50% son superiores a las de la mayoría de los guardametas del mundo, el de Móstoles lleva ya varias jornadas ofreciendo muchas más dudas de las que nos tiene habituados desde que llegara al Real Madrid hace ya doce años.
Las victorias de su equipo escondían sus desacertadas salidas. Su calidad en momentos puntuales le hacía no aparecer en las eventuales críticas del día siguiente. Pero tras los dos últimos empates cosechados por los de Mourinho, el guardameta ha sido señalado. Sin ir más lejos, por el editorial del diario As.
En el encuentro ante el Málaga, Casillas vivió una noche especialmente negativa. A una actuación con muchas más sombras que luces, con varias salidas en falso y varios rechazos muy peligrosos, sumó una jugada para el debate, ya en el último suspiro. Cazorla lo sorprendió con un lanzamiento de falta magistral.
Hay quien defiende que poco pudo hacer ante un balón que se coló por la escuadra, y que de haberse aprovechado alguna de las numerosas opciones de las que dispuso el equipo, apenas se hubiera hablado del tanto. Otros, por el contrario, han afirmado que el balón entró por el palo del portero, y que éste debería haber hecho más para evitar el tanto. Opiniones para todos los gustos.
Pero donde no hay dudas es en el gol encajado ante el Villarreal. La misma historia: victoria por la mínima del Madrid, falta a favor del rival en el tramo final del encuentro, y gol por el palo del portero. Con la diferencia de que en esta ocasión ni fue un buen disparo, ni entró por la escuadra. No hay duda de que Iker falla considerablemente en el tanto. Todo, por su dichoso pasito hacia la derecha justo antes de que Marcos Senna golpeara el esférico. Quizá, su compañero en la selección hace no tanto tiempo sabía cómo iba a moverse el mostoleño, y lo sorprendió.
Ante el conjunto castellonense no jugó mal Casillas, pero su fallo condenó al equipo a perder dos puntos más y, de paso, desató la ira de sus compañeros que desembocó en tres expulsiones en apenas dos minutos. Fue un gran error de un enorme portero. Nadie duda de ello. O nadie debería dudar. Pero de igual manera resulta evidente que Iker no pasa por su mejor momento, y el equipo lo acusa. Será necesario su regreso para que el Real Madrid no sufra un susto de aquí a final de temporada.