José Luis Paradas Romero terminó por desquiciar en El Madrigal a un Real Madrid que, con su tropiezo ante el Villarreal (1-1), ve cómo el Barcelona le recorta otros dos puntos y se sitúa a seis.
El andaluz, famoso por haber sido el primer árbitro que expulsó a José Mourinho en su etapa en España –el 10 de noviembre de 2010, durante un partido de Copa del Rey contra el Murcia en el Santiago Bernabéu–, expulsó a dos jugadores madridistas sobre el césped –Sergio Ramos por doble amarilla y Mesut Özil, con roja directa–, al propio Mourinho y a su ayudante Rui Faria, quien regresaba a los banquillos tras haberse perdido los tres últimos partidos por sanción. También echó a Pepe, ya en el túnel de vestuarios, por haberle insultado. "¡Vaya atraco, hijo de puta!", fue la frase que le lanzó el internacional portugués, siempre según el acta.
En el Madrid se sienten perjudicados con el arbitraje de Paradas Romero, por lo que Mourinho decidió que ningún miembro de la plantilla blanca compareciese ante los medios de comunicación tras el encuentro.
Por si fuera poco, en el club blanco consideran que el árbitro se equivocó al interpretar como falta la entrada de Hamit Altintop sobre Joan Oriol, en la acción que precedió al gol de falta de Marcos Senna que supuso el 1-1, al entender que el turco tocó balón.
Y también consideran que el jugador local Marco Ruben no debió seguir en el campo. Creen en el Madrid que el colegiado mostró dos amarillas al delantero argentino (minutos 19 y 55) pero no la roja. Las imágenes de televisión y las fotografías también parecen indicarlo así, pero el árbitro le atribuyó la primera cartulina a Marcos Senna. Si fue así, se la mostró mientras el hispano-brasileño estaba de espaldas y a muchos metros de distancia. En cambio, Ruben se encontraba frente a él y mostró gestos de desaprobación.
Más adelante, en el minuto 55 y todavía con 0-0 en el marcador, el colegiado enseñaba otra amarilla a Ruben. Esta vez sí era clara. Para sorpresa de los narradores del partido y del público, el argentino permaneció en el terreno de juego. No fue expulsado por doble amonestación.
Para colmo, al terminar el encuentro, en el primer boceto del acta arbitral que la Federación Española de Fútbol (RFEF) colgó en su página web, se señalaba que las amarillas habían sido señaladas, primero para "Marcos" y después a "Marco (sin indicar el apellido)", con lo que el caos aumentó. Tal fue la avalancha de visitas que la web federativa se colapsó para echar todavía más leña al fuego.
Más tarde, ya con todo el documento redactado, se observa cómo la primera tarjeta se la adjudican a Marcos Senna y no a Marco Ruben. Muchos aficionados denunciaron en las redes sociales que Paradas Romero incluso había manipulado el acta para maquillar semejante error que podría haber cambiado el signo del partido.
Posibles penaltis de Arbeloa
En la otra cara de la moneda se sitúan los medios de comunicación catalanes y valencianos, que denuncian que Paradas Romero dejó de pitar dos penaltis a favor del Villarreal en la primera parte, en ambos casos con Álvaro Arbeloa como protagonista. En la primera acción conflictiva, en el minuto 31, el defensa salmantino pudo haber agarrado de la camiseta a Nilmar dentro del área, cuando el brasileño estaba preparado para rematar un saque de esquina.
En la segunda, sólo unos minutos después, los jugadores amarillos reclamaron penalti por un posible agarrón a Marco Ruben dentro del área tras un pase en largo de Ángel.
Lo cierto es que la de anoche en el Villarreal-Real Madrid es la segunda polémica actuación que Paradas Romero protagoniza en apenas un mes y medio. El pasado 11 de febrero, durante un Osasuna-Barcelona disputado en el estadio Reyno de Navarra, el árbitro andaluz estuvo en el ojo del huracán al anular un gol a Alexis Sánchez por fuera de juego. Corría el minuto 82 y el partido marchaba con 3-2 en el marcador, resultado con el que finalizaría el encuentro.
La decisión de Paradas provocó la ira de la plantilla barcelonista, entre ellos Xavi Hernández y Pep Guardiola. El jugador de Tarrasa saltó del banquillo para correr toda la banda y reclamar al asistente, mientras que el entrenador, que pudo ver la repetición de la jugada en un monitor de televisión, también se dirigió al mismo asistente. Después de aquel partido, correspondiente a la vigésimo tercera jornada de Liga, el Barcelona se quedó a diez puntos del Madrid y muchos barcelonistas empezaron a dar el título por perdido. Entre ellos el propio Guardiola.
Las imágenes, mientras tanto, dieron la vuelta a España. Después de haber mostrado una simple amarilla al técnico azulgrana "por protestar de forma ostensible" y de haber dejado impune a Xavi, el árbitro sí expulsó a Javier Mascherano por doble cartulina, ambas por protestar, según recogió el acta.
Después de lo visto en el Reyno de Navarra y en El Madrigal, la pregunta es la siguiente: ¿aplicó Paradas Romero el mismo rasero con el Barça y el Madrid? A tenor de los acontecimientos, la respuesta es evidente.