El Athletic de Bilbao ha confirmado la proeza que apuntó hace justo siete días, cuando se exhibió en Old Trafford, y ha apeado al Manchester United en los octavos de final de la Liga Europa después de un nuevo recital (2-1).
Había dudas de si la presión podría con un conjunto que de repente pasó a estar en boca de todos los aficionados al fútbol de Europa, abrumados por el nivel que habían mostrado los de Bielsa en el encuentro de ida. Pero bajo una afición entregada, que llenó hasta la bandera San Mamés, el Athletic mostró un nivel aún mayor si cabe para pasar por encima del que es, no lo olvidemos, el actual líder de la Premier League.
Se esperaba que los de Ferguson salieran desde el arranque a por un gol que acongojara al conjunto español, pero el Athletic no se lo permitió. Antes al contrario, fueron los de Bielsa quienes mejor comenzaron, buscando el 1-0 que dejara encarrilada la eliminatoria.
A punto estuvo de lograrlo en un par de ocasiones por medio de Susaeta y, sobre todo, De Marcos, que falló a puerta vacía. Pero daba igual. Ahí estaba Fernando Llorente, el gran león, para abrir el marcador. A los 23 minutos engatilló de primeras un balón que caía del cielo y superó a De Gea. El delantero riojano había sido duda hasta última hora por unas molestias en la cadera. Llegó, justito, y antes del descanso tuvo que marcharse de nuevo. Lo hizo con el 1-0 en su bolsillo. Así es Llorente.
Nivel de grande
Si en el primer tiempo el Athletic fue superior al United, lo de la segunda mitad ya fue de escándalo. Todo un recital. Los de Bielsa bordaron un fútbol sólo al alcance de los más grandes. No daban un balón por perdido; la línea de presión era altísima; los laterales llegaban hasta la línea de fondo; los extremos defendían si era necesario en su área; los centrocampistas aparecían desde la segunda línea para rematar; y Toquero hacía de boya para espolear las llegadas de sus compañeros. Todo perfecto.
Así, Susaeta rozó el segundo tanto, y poco después Iraola estuvo a punto de transformar en gol una jugada estratosférica dentro del área. Hubiera sido, sin ninguna duda, el mejor gol de la competición.
El Manchester United se sentía tan superado que apenas se atrevía a salir de su área. Parecía cualquier cosa menos el líder de la Premier. Y de ese modo llegó el segundo. Fue De Marcos, tras recoger un rechazo dentro del área, quien fusiló a De Gea, que poco pudo hacer. Era la sentencia. El éxtasis en San Mamés.
La muestra del carácter de este equipo que dirige Bielsa volvió a quedar demostrada cuando, a pesar de la amplia diferencia conseguida en el marcador global, fue el Athletic quien siguió en busca de un nuevo tanto. Sin embargo, fue Rooney, con una obra de arte, quien marcó el 2-1. Era, en el minuto 80, el primer disparo del United a portería en toda la segunda mitad. Con eso queda todo dicho.
No hubo tiempo para la heroica. De hecho, aunque el partido hubiera durado tres horas más, tampoco lo hubieran logrado los de Ferguson. Porque en ningún momento fueron capaces de dar sensación de peligro. Porque el Athletic le bailó, le pasó por encima. Y porque el Athletic se mostró como un grande de Europa. Quizá va siendo hora de pensar que este año lo es.
Ficha técnica
Athletic, 2: Iraizoz; Iraola, Javi Martínez, Amorebieta, Aurtenetxe; Iturraspe, Herrera (Íñigo Pérez, m.81), De Marcos; Susaeta, Muniain (San José, m.88) y Llorente (Toquero, m.40)
Manchester United, 1: De Gea; Rafael, Evans, Ferdinand (Smalling, m.63), Evra; Carrick (Pogba, m.63), Cleverley, Park, Young; Giggs (Welbeck, m.68) y Rooney
Goles: 1-0, m.23: Llorente; 2-0, m.65: De Marcos; 2-1, m.80: Rooney
Árbitro: Cüneyt Cakir (Turquía). Mostró tarjeta amarilla al local Susaeta y a los visitantes Rafael y Pogba
Incidencias: Partido de vuelta de octavos de final de la Liga Europa disputado en San Mamés ante unos 40.000 espectadores. Tarde fresca y con niebla