La situación del Zaragoza es límite. La victoria hace dos semanas en Cornellà había abierto una puerta a la esperanza, pero la derrota en La Romareda ante el Betis y la goleada recibida en La Rosaleda han acabado por enterrar al equipo.
Tras la derrota (5-1) en Málaga, el Zaragoza firma sus peores números de la historia en la jornada 24 de Primera División. Con sólo 15 puntos, está ahora mismo a doce de una utópica salvación.
En ese momento límite, y con jugadores como Ponzio o Antonio Tomás abandonando la disciplina de forma abrupta, se especula que Manolo Jiménez sea el próximo en bajar del barco.
La rueda de prensa tras el encuentro de La Rosaleda alimentan aún más esas dudas. En una comparecencia de 40 segundos, Jiménez no podía estar más enfadado.
"Voy a hablar yo y a daros los titulares. El Zaragoza hasta el segundo gol ha estado bien. Se puso por delante, nos meten un gol estando un jugador, previa falta, en el suelo y luego otro en propia puerta", dijo. "Pero ya no pongo más paños calientes. Los partidos duran lo que duran y no pongo más paños calientes. Siento vergüenza", agregó.
Acto seguido, se levantó y se marchó.