Bojan Krkic abandonó el club de toda su vida en verano para buscarse un sitio en el mundo del fútbol lejos del Barcelona. Era la primera vez que se alejaba de su familia, de su entorno de amigos y la experiencia no fue fácil: "No me he movido de este círculo, soy una persona sensible y todos estos cambios los noto más que otras personas", decía en una entrevista al Sport.
La oferta era muy buena y el proyecto tentador. Además, se iba al abrigo de Luis Enrique, así que se embarcó en la aventura italiana. Los comienzos fueron esperanzadores, con Bojan como titular, dejando en el banquillo a hombres con mucha experiencia como Borriello.
Sin embargo, seis meses después, la aventura de Bojan no está siendo todo lo idílica que se supondría. Llegó con la vitola de estrella, precedido por sus buenos números en las categorías inferiores del Barcelona y por el buen momento que vivía el conjunto culé. Era uno de los jugadores que más expectación había levantado entre lo tifosi y su alto precio –12 millones de euros- suponían una presión añadida.
El simple hecho de abandonar Barcelona suponía para él todo un reto, pero en el primer equipo apenas contaba con oportunidades: "Recuerdo que me llamaron mis padres una tarde-noche, muy contentos, mucho, y me dijeron que lo de la Roma estaba hecho. Estaban muy felices porque querían verme feliz otra vez. Pero mi madre notó algo raro y me preguntó: '¿No estás contento?'. Y lo estaba, pero a la vez triste", confesaba Bojan.
El de Liñola no se sentía solo en Roma. Estaba con Luis Enrique y su staff técnico español, además de con José Ángel, lateral asturiano que estuvo cerca de firmar por el Barcelona. Ambos iniciaron la temporada como titulares, pero han ido perdiendo el favor del entrenador.
Sólo cuatro goles
Bojan sólo ha sido titular en ocho partidos, aunque ha participado en 21 de ellos, anotando únicamente cuatro goles, el último ante el Inter de Milán saliendo en los minutos finales. En los últimos partidos apenas tiene minutos –ante el Parma, el pasado domingo, salió en el 88- y poco a poco está dejando pasar su tren en Roma.
Otros dos jugadores jóvenes, Fabio Borini y Érik Lamela, se están llevando todos los elogios, mientras que Bojan está pasando a un papel secundario. Además, en un año de Juegos Olímpicos, la falta de minutos le puede hacer alejarse del equipo de Luis Milla para Londres.
Bojan tampoco ha sabido ganarse el apoyo de la grada. El español tuvo que escribir una carta al rotativo romano de La Repubblica pidiendo perdón por su expulsión en Florencia y el posterior desprecio a la entidad, lanzando la camiseta al césped.
Luis Enrique sí se labra su futuro
La falta de minutos de José Ángel y Bojan contrasta con los elogios que acapara Luis Enrique, muy criticado a principios de temporada cuando los españoles eran fijos en el once. Las vacas sagradas del vestuario –De Rossi y Totti- lo apoyan, así como las altas instancias del club.
Las últimas informaciones apuntan a que Luis Enrique podrá continuar con su proyecto una temporada más, si es que finalmente consigue meter al equipo en competición europea –ahora ocupa la quinta plaza que da derecho a Europa League-. Parece difícil que Bojan cuente para un proyecto a largo plazo.
El leridano llegó al club italiano por 12 millones de euros, pero con una cláusula de recompra obligatoria, a ejercer por el FC Barcelona al final de la temporada 2012/13, por un coste de 13 millones. La recompra puede ser bloqueada por la Roma, pero debería pagar 40 millones de euros. Algo harto improbable viendo el rendimiento.