ximpag,
Por lo visto el problema de la Cartuja es .....que no tiene ni cesped, y no por exceso de uso precisamente.
Cosas de tener políticos a los que les sobra la pasta.
Por mí excelente. Esa final no representa al fútbol español. Ya podrán pitar lo que quieran al himno. Ah, no, que ni siquiera se pondrá.
Este es un caso de libro de hasta dónde puede llegar el extremismo, ahora que ambos clubes se lo expliquen a sus aficiones. Jamás creí que España llegaría a tal esperpento.
Por mí que ni vaya el Rey. O que vaya, y que no vuelva.
Nada aficionados, si en un pispas os plantáis en Hendaya y cogéis un TGV. París está al lado.
De todas formas, son un poco bipolares estos nacionalistas: pasan de desear jugar en el estadio más "facha" a querer jugar en casa del enemigo. ¿Qué pensarán los franceses de España?
¿Antes se jugaría en Francia que en Valencia?
Y encima todavía están frescos los insultos al deporte español.
Sería una verdadera vergüenza que la final de la Copa del rey se jugara fuera de España. ¿ Hay que darle un toque internacional al ser los equipos de dos regiones españolas con ánimos separatistas? Hay que jugarla en España, en Sevilla, en Valencia...o donde sea y si se pita a nuestro Himno se suspende el partido y se juega a campo cerrado. ¿ Eso es lo que se quiere tapar con París?
¿Y en la Cartuja? ¿hay algún problema?
COPA BELLIDO DOLFOS.
Me parece una buena solución jugar en París.
París bien vale una misa y una COPA BELLIDO DOLFOS.
Siendo dos clubs plagados de seguidores separatistas,
es mejor jugar fuera de España y que la copa cambie
de nombre denominándose COPA BELLIDO DOLFOS
y que sea entregada por ANTONIO PEREZ.
Naturalmente, el Rey de España declinará su asistencia
al tratarse de un trofeo entre dos club con una importante
masa social que no se considera española, como han demostrado
en infinidad de ocasiones, por activa y por pasiva.
¿Y por qué no juegan en el Nou Camp? Tiene más capacidad que Saint-Denis.
Pues que jueguen en Francia, pero ojo con promover allí el independentismo y mucho menos con silbar La Marsellesa, que los franceses no son tan acomplejados como nosotros con la defensa de los símbolos patrios.