El Bayer Leverkusen, sexto clasificado en la Bundelisga, afronta la eliminatoria ante el Barcelona en los octavos de la Champions con la moral muy baja y con un carácter algo derrotista para ser precisamente un conjunto alemán. Los de Leverkusen llegan con bajas muy importantes y atravesando un mal momento de juego en la Bundesliga, pero en el Bay Arena siempre son un conjunto peligroso.
Su entrenador, Robin Dutt, consideró ayer en rueda de prensa "un milagro" eliminar al Barcelona de la Champions. Viendo los precedentes y el estado de cada equipo puede tener razón, pero recuerda a las palabras de José Luis Mendilíbar en la eliminatoria de Copa ante Osasuna, en el que no daba ninguna opción a su equipo, que cayó goleado en el Camp Nou.
El técnico se deshizo en elogios hacia su rival, al que considera "mejor que la selección española". Sin embargo, y pese a la piel de cordero que llevan puesta, el Bayer Leverkusen es un equipo peligroso, sobre todo en su estadio, como ha demostrado en esta edición de la Champions.
Muchas bajas
Los alemanes han conseguido vencer en su estadio los tres encuentros –Valencia, Genk y Chelsea-, clasificándose para octavos en un grupo muy complicado. Lejos están los años de esplendor del Leverkusen, con final de Champions ante el Real Madrid incluida en el 2002, y ni siquiera contará con Michael Ballack, el gafe.
La estrella de ese equipo de 2002 y que ahora vive su ocaso futbolístico es baja por lesión. Su fama de gafe siempre le ha acompañado y se hizo aún más famoso cuando perdió los tres títulos –Copa, Bundelisga y Champions- en el último partido en 2002. Pero, además, ha caído en la final de la Eurocopa de 2008, se perdió la final del Mundial del 2002 por tarjetas y cayó en la tanda de penaltis en la final de la Champions con el Chelsea en Moscú.
A la baja de Ballack, se une la ausencia de Sam, un extremo que volvió loco al Valencia, de Derdiyok, el delantero corpulento suizo, y de Barnetta, organizador helvético. El mayor peligro será la pareja formada por Kiessling y Schürrle, el alemán que fue clave en la eliminación del Valencia.
El Barcelona llega en horas bajas tras la derrota en Pamplona, en la que parte de la prensa echó la culpa al frío y al helado terreno de juego del Reyno. Pese a que las temperaturas en Leverkusen serán similares, se espera una alfombra en el terreno de juego.
Los alemanes llegan con el cartel de víctima tras las últimas derrotas en la Bundesliga y el papel de favorito del Barcelona, pero al conjunto azulgrana se le ha atragantado la ida de octavos con Guardiola en el banquillo.