Mucho se habló de la división del vestuario madridista. De si estaban todos contra Mourinho. De si había dos bandos, portugueses y españoles, al más puro estilo West Side Story. Pero el Real Madrid se empeña en demostrar día tras día todo lo contrario.
Lo hace en el terreno de juego. Después de la que había caído durante la semana, sólo un equipo unido y en el que todos van en la misma dirección podía realizar un partido como el que el conjunto blanco disputó en el Camp Nou. Sólo la mala fortuna y la actuación arbitral evitaron una victoria que hubiera sido magistral.
Lo siguió demostrando en la remontada ante el Zaragoza pocos días después, o en la sufrida y trabajada victoria de este sábado en Getafe. Pero sobre todo lo viene haciendo con unos registros estremecedores: el Real Madrid suma 48 de los últimos 51 puntos, habiendo anotado 61 goles en esos 17 partidos. Además, los de Mourinho encadenan ocho triunfos consecutivos a domicilio. Una racha que les permite ser líderes con siete puntos de ventaja sobre el Barcelona.
También fuera del campo
Esa unión del vestuario mil veces cuestionada se muestra también fuera de los terrenos de juego. Hace pocos días los futbolistas del Real Madrid sorprendían a su técnico con una tarta por su cumpleaños. La idea surgió de Iker Casillas y Sergio Ramos, capitanes del equipo y, supuestamente, los dos futbolistas que se habían enfrentado a Mourinho.
Después del partido ante el Getafe, la estampa volvió a repetirse. Una foto espontánea, dentro del autobús, con varios jugadores unidos y celebrando la victoria. Cada uno a su manera. Alguna de ellas bastante peculiar. Una fotografía que fue subida a Twitter por la mayoría de los futbolistas. Una imagen vale más que mil palabras.