El truco de Diego Alves para convertirse en el 'parapenaltis'

Diego Alves es un consumado especialista en detener penas máximas. Lo viene demostrando desde que llegara al Almería, y lo sigue haciendo en el Valencia. Y gracias al penalti que le paró este miércoles a Messi, ha salido a la palestra como el parapenaltis del fútbol español.

Nada menos que 11 de los 19 que le han lanzado ha detenido el brasileño en nuestra Liga. El Athletic, en tres ocasiones; el Sevilla, en dos; y el Valladolid, el Betis, el Real Madrid, Osasuna, el Racing de Santander y el Barcelona han sido sus víctimas.

¿Pero por qué es tan bueno parando penaltis? ¿Cuál es su truco? Diego Alves sigue una estrategia metódica y, por lo que se ve, eficaz. En ella combina una espectacular sangre fría para aguantar, para no vencerse antes de que el delantero golpee el esférico, y una inusitada capacidad de engañar al delantero.

¿Y cómo logra hacer picar a su rival? Pues muy fácil. Su ritual consiste en tres pasos. Primero, amaga descaradamente hacia un lado, generalmente hacia la derecha. De ese modo, parece indicar que quiere engañar al delantero, y que realmente se va a lanzar hacia el lado contrario. Y el delantero le cree. Para confirmar su estrategia, Alves hace un pequeño gesto hacia el lado contrario. Es el segundo paso. El de la teoría básica de 'te amago hacia un lado y me tiro hacia el otro'. Es entonces cuando el rival piensa que no ha caído en el engaño del portero. Entonces, Alves vuelve hacia su primer lugar, normalmente para detener el esférico. Así lo ha hecho en once ocasiones. Es decir, amaga hacia un lado, hace otro pequeño amago hacia el otro, y finalmente se tira al primer lado. 

Observen, para ver más clara la explicación, el penalti que detiene a Messi. Cómo amaga descaradamente hacia su izquierda, cómo parece que finalmente se va a vencer hacia su derecha, y cómo finalmente termina tirándose para su izquierda, deteniendo el balón.

Lo que hace Diego Alves, pues, es llevar más lejos el intento de engaño de toda la vida de me voy a un lado y me tiro al otro. Lo del brasileño no es nuevo. El truco tiene muchos años. Incluso se aprende en los equipos pequeños de pueblo. Pero no hay duda de que el meta del Valencia es quien más lejos ha sabido llevarlo. Su inmensa calidad y su sangre fría se lo han permitido.