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Dinamarca, nueva campeona de Europa

La selección danesa ha asentado su triunfo en su seguridad defensiva.

Una soberbia actuación del lateral danés Mikkel Hansen, en especial en la segunda mitad, permitió a Dinamarca ceñirse su segunda corona continental, tras imponerse por 19-21 a una selección serbia, que sufrió el apagón de sus estrellas. Todo lo contrario que Hansen, que confirmó sobre la pista lo que aseguraba horas antes del inicio de la gran final, cuando el exjugador del Barcelona afirmó que era en los minutos finales, en los momentos en los que a la mayoría les puede la presión, cuando más se "divertía" sobre la pista.

Una cancha, la del imponente Beogradska Arena, que volvió a reventar con la presencia de 20.000 enfervorizados aficionados serbios, que no pudieron más que rendirse a un Mikkel Hansen, que reclamó en Belgrado la corona de mejor jugador del Mundo que hasta ahora pertenecía al francés Nikola Karabatic.

Trono del que Hansen parece haberse hecho justo acreedor, tras la exhibición que ofreció en la segunda parte de la gran final del Europeo, en la que el nórdico anotó los seis lanzamientos que intentó, para contabilizar un total de nueve goles a la conclusión del encuentro. Cinco más de los que sumaron las dos estrellas locales, los cañoneros Marko Vujin y Momir Ilic, elegido increíblemente mejor jugador del torneo, que cerró la final con un paupérrimo dieciocho por ciento de acierto en el lanzamiento.

Un lastre al que Serbia sólo fue capaz de sobrevivir gracias a la excelente actuación del portero Darko Stanic, designado mejor guardameta del campeonato, que con sus intervenciones evitó la escapada definitiva de una selección danesa, que mandó en el marcador todo el encuentro. Escapada que el portero local, pese a seguir con un extraordinario rendimiento, no pudo evitar ya en la segunda mitad, en la que Dinamarca, con dos goles consecutivos del atlético Nikolaj Markussen doblaba a los cinco minutos de la reanudación (7-11) la ventaja (7-9) con la que llegó al descanso.

Sin embargo, impulsado por un público que no dejó en ningún momento de animar, los de Veselin Vukovic se engancharon de nuevo al partido, gracias a la labor de habituales secundarios en el conjunto serbio como Nenad Vuckovic o Alem Toskic. Jugadores de la segunda línea que suplieron la falta de acierto de unos Vujin o Ilic, a los que el meta danés Niklas Landin, que cerró el choque con un cincuenta por ciento de paradas, amargó por completo el encuentro.

Pero los serbios no estaban dispuestos a rendirse y con un parcial de 3-0 en cuatro minutos lograron situarse a tan sólo un gol (15-16) a falta de menos de nueve minutos para la conclusión de la final del Europeo. Tiempo en el que emergió como nunca la figura de Mikkel Hansen con cuatro goles, que permitieron a Dinamarca no sólo lograr su segundo título europeo, sino además la clasificación directa para los Juegos Olímpicos de Londres, donde como en Belgrado, Hansen intentará volver a tocar el cielo.

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