El presidente del Barcelona, Sandro Rosell, ha puesto como ejemplo la sanción de cuatro partidos a Mario Balotelli cuando le han preguntado por la “amonestación” que el defensa del Real Madrid Pepe recibió por parte del Comité de Competición por su pisotón a Leo Messi.
Rosell, sin entrar a valorar directamente el fallo de Competición dejó entrever su postura: "Creo que aquí hay que tomar ejemplo de lo que pasa en Inglaterra", en alusión a los cuatro partidos de sanción a Balotelli por pisar la cabeza de Scott Parker. Pepe, en cambio, tendrá que esperar al miércoles para saber si recibe algún tipo de sanción, en el caso de que el Comité de Competición decida entrar de oficio.
El máximo mandatario azulgrana ha reconocido que se plantearon denunciar a Pepe y ha puesto un símil para explicar la postura de su club: "Esto es como si estás en la calle y ves que uno se salta el semáforo y atropella a alguien con un policía delante. Si el policía no denuncia, tú tampoco porque le corresponde a él".
Las dos varas de medir del Barcelona
Al igual que Sandro Rosell alude a las dos varas de medir que existe en España y en Inglaterra a la hora de sancionar dos pisotones similares, el presidente no dijo nada cuando esas dos maneras de castigar beneficiaban al Barcelona.
Así, por ejemplo, Rosell no levantó la voz cuando la Federación Inglesa (FA) sancionó duramente -con ocho partidos y 48.000 euros- al jugador uruguayo del Liverpool Luis Suárez por unos supuestos insultos racistas al futbolista francés del Manchester United Patrice Evra.
Suárez llamó entonces ‘negro’ a Evra y el uruguayo se defendió justificando que en su país esa palabra no significaba ningún tipo de menosprecio. La Federación fue tajante a la hora de atajar el asunto y le castigó con ocho partidos, que no fueron recurridos por el Liverpool. No hay imágenes donde se vea claramente el supuesto insulto.
Tampoco se ha librado de un duro castigo el capitán del Chelsea y de la selección inglesa, John Terry. El zaguero tendrá que acudir a los tribunales el próximo mes de febrero acusado de "un delito de alteración del orden público con agravante racial" por insultar a Anton Ferdinand, jugador del Quenns Park Rangers. .
Un caso similar de posible racismo, acabó sin sanción para un jugador del Barcelona. En las semifinales de Champions, las cámaras pillaron a Sergio Busquets llamando ‘mono’ –o una palabra muy similar a juzgar por el movimiento de sus labios- al defensa del Real Madrid Marcelo.
Entonces, el Barcelona cerró filas en torno al centrocampista, que no fue castigado ni por la UEFA ni por el propio club ni por ningún Comité del fútbol español o europeo.
Al igual que con los pisotones de Pepe y Balotelli, entonces se dio una doble vara de medir, de nuevo a favor de un club español.
Las dos varas de medir de Sandro Rosell
El presidente del Barcelona ha llamado a "tomar ejemplo" de Inglaterra por la sanción a Balotelli. Hace unos meses, no ocurrió lo mismo.
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