Nunca es tarde si la dicha llega. Con casi dos meses de retraso, al fin comienza la temporada regular 2011-12 de la NBA después de que los dueños de los equipos y los jugadores hayan aparcado sus diferencias y hayan firmado un nuevo convenio colectivo para superar un cierre patronal –lockout– de casi cinco meses. En lo estrictamente deportivo, los equipos tratarán de destronar a los Dallas Mavericks, que defienden el título de campeones.
En el transcurso de este período turbulento en la historia de la NBA, dos cosas han quedado patentes: que el comisionado David Stern no iba a permitir que se perdiese toda una temporada y que los aficionados han querido quedar al margen de un conflicto laboral que ha dado un paso, pero corto, en la dirección correcta.
Lo que ha hecho posible la firma del nuevo convenio colectivo es permitir la vuelta de la competición para el día de Navidad. Defienden el título los Mavericks de Dirk Nowitzki, que encaran la nueva temporada reforzados en lo que será su primera defensa del título que le arrebataron a los Miami Heat. En esta nueva aventura acompañan al alero alemán jugadores de la talla de Lamar Odom, Vince Carter o Delonte West.
"El gran triunfo para todo el baloncesto ha sido ver cómo el comisionado (David Stern) cumplió con su responsabilidad de no permitir que se perdiese toda una temporada", declaraba Mark Cuban, dueño de los Mavericks. "Creo que éste es el gran triunfo para todos los que formamos la familia de la NBA, incluidos los aficionados". Cuban, que siempre ha sido crítico con la gestión de Stern, ahora se ha convertido en su "adulador" porque el veto del traspaso de Chris Paul a Los Angeles Lakers –finalmente se ha ido a los Clippers para formar una sociedad temible con Blake Griffin, con el base Chauncey Billups como escudero de lujo– ha reforzado sus posibilidades de revalidar el título dejado al equipo angelino en un segundo plano, aunque sea de momento.
El posible traspaso del pívot Dwight Howard, que de momento continúa en los Orlando Magic, se encuentra en un compás de espera, pero la sorpresa puede surgir el cualquier momento y esta vez los Lakers de Kobe Bryant y Pau Gasol –finalmente el español seguirá vistiendo de púrpura y oro después de haber sonado como posible refuerzo de equipos como los Houston Rockets, Magic y Hornets– no van a permitir un segundo veto de Stern.
Espectacular jornada inaugural
Como era de esperar, el inicio de la reducida temporada tenía que ofrecer una jornada inaugural con duelos estelares que serán los que protagonicen los Knicks de Nueva York frente a los Boston Celtics del Big Three formado por Kevin Garnett, Paul Pierce y Ray Allen, seguidos por los Mavericks ante los Heat y los Lakers frente a los Chicago Bulls, que dejarán también duelos individuales estelares. La llega de Paul a los Clippers también ha hecho que el equipo menor de Los Ángeles comience a ser proyectado como el del futuro con la pareja que va a formar junto a Griffin.
Todos estos elementos positivos son los que quiere resaltar el comisionado Stern, que reconoce que no ha sido fácil meter campos de entrenamiento, agentes libres y partidos de pretemporada en sólo quince días, pero la respuesta positiva que han tenido de los aficionados ayudará a superar los tiempos turbulentos que vivieron. "Creo que el entusiasmo que hay porque la competición comience el día de Navidad ha sobrepasado todas las expectativas y eso también motiva a los jugadores para desde el principio hacer mejor las cosas y ganar de nuevo la confianza de los que la perdieron tras el cierre patronal", valoraba Stern. "Además, pediremos perdón por lo sucedido".
Pero quizás la mayor alegría para Stern es que cuando concluya la temporada del 2011-12, 22 equipos no van a tener pérdidas millonarias que combinadas dieron 300 millones de dólares como sucedió en la del 2010-11. Tampoco le preocupa demasiado la imagen negativa que le ha quedado con el veto que impuso al traspaso de Paul a los Clippers, porque ya es consciente que su paso a la historia tendrá varios asteriscos.
Los Rockets, grandes perdedores
Su acción criticada por todos los sectores le permitió una vez más conseguir sus objetivos, como fue la de evitar que los Lakers recuperasen la supremacía en la Conferencia Oeste, reforzó a sus vecinos de los Clippers y de paso preparó el camino para una mejor opción de venta de los Hornets de Nueva Orleans, que ahora pertenecen a la liga.
Los aficionados, que no sean de los equipos de los Lakers y los Houston Rockets –convertidos en los grandes perdedores con el veto de Stern–, ya están entusiasmos de ver a Paul como rival de Bryant. El partido de pretemporada entre los Clippers y los Lakers que sirvió de debut de Paul generó un índice de audiencia de 509.000 televidentes para superar al que tuvieron los Big Three con los Heat, el pasado año, que se había convertido en el más visto.
Todos coinciden que la expectación por la vuelta del showtime y ver en acción a las estrellas como LeBron James, Kevin Durant, Bryant, Derrick Rose, Carmelo Anthony, Dwyane Wade es más grande que nunca y esa es la primera y gran victoria que el baloncesto va a tener durante la reducida temporada del 2011-12.