Andrés Iniesta se ha acostumbrado a marcharse de todos los estadios ovacionado. El gol que le dio a España la Copa del Mundo le había concedido ese honor. Incluso en Cornellà-El Prat, a pesar de la rivalidad entre ambos conjuntos catalanes. Y por supuesto en el Santiago Bernabéu, un campo que siempre ha sabido aplaudir a los futbolistas que lo merecen, y que el año pasado también rindió tributo al futbolista.
Sin embargo, parece que la concesión se ha terminado. Esta noche, en la victoria del Barcelona ante el Real Madrid, cuando Iniesta fue sustituido, ya en los últimos minutos, el manchego fue silbado por una afición que estaba muy molesta con la derrota que estaba sufriendo el año pasado.