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Vuelve el optimismo sobre el traspaso de Paul a los Lakers

Los directivos de ambos equipos - New Orleans y Lakers - junto con los de los Rockets han reabierto las negociaciones para buscar alguna solución.

Las críticas generalizadas que ha recibido el comisionado de la NBA, David Stern, por su decisión de vetar el traspaso del base Chris Paul, de los Hornets a los Lakers, le han hecho recapacitar y dar de nuevo luz verde para que la negociación se reanude. Los directivos de ambos equipos junto con los de los Rockets, que también entraron en el traspaso para conseguir al ala-pívot español Pau Gasol, han reabierto las negociaciones para buscar algún tipo de solución.

Aunque Stern reivindicó en un comunicado que tenía la responsabilidad de tomar la última decisión sobre los asuntos del baloncesto de los Hornets, al pertenecer a la NBA, también dio luz verde al gerente general del equipo de Nueva Orleans, Dell Demps para que volviese a escuchar ofertas sobre Paul. Lo primero que hizo Demps fue llamar a los Lakers y a los Rockets para buscar un nuevo marco que permita a Stern dar luz verde a la salida de Paul hacia Los Ángeles, y de paso, a Gasol hacia Houston.

Los directivos de los tres equipos se han comprometido para presentar un nuevo acuerdo que el comisionado Stern pueda aprobar este sábado, y en el mismo incluir a jugadores más jóvenes que fueron a los Hornets, o recibir más derechos de selección en el sorteo universitario.

Todos los sectores de la liga, menos los dueños de las franquicias menores, no han entendido la anulación establecida por Stern, ya que el traspaso fue completamente legal y cumplió con todos los requisitos. El sindicato de jugadores ha advertido a la NBA que para nada le ha gustado la manera de imponer el veto por parte de Stern a la salida de un jugador que lo desea y que además había logrado un acuerdo negociado de manera legal.

Ahora esperarán hasta el lunes para ver si el traspaso de Paul se puede dar al equipo que el jugador desea, o de lo contrario podrían iniciar acciones legales contra la NBA. "Para nada nos ha gustado la manera de actuar del comisionado y la liga", declaró Derek Fisher, presidente del sindicato. "Este tipo de acciones no deben ser permitidas".

El propio Paul podría seguir el mismo camino si al final no consigue ser traspasado a los Lakers o a los Knicks de Nueva York, su primera prioridad. El veto impuesto por Stern no tiene ningún tipo de justificación dado que Demps, el gerente de los Hornets, había logrado lo mejor que podían darle para formar un equipo competitivo y de futuro después de recibir por parte del comisionado toda la autonomía en las negociaciones, como hizo ver a los equipos implicados.

Además los Lakers y los Rockets no habían hecho nada ilegal, todo lo contrario, tienen en sus plantillas a los jugadores que pueden darle a los Hornets la mejor compensación a la marcha de su estrella, que ya no quiere permanecer con ellos. El deseo de Paul es el mismo que han tenido siempre las estrellas de la NBA de irse a los equipos con más opciones para conseguir el título de liga, como hizo el legendario Kareem Abdul-Jabbar cuando en los años 70 dejó a los Bucks de Milwaukee para irse con los Lakers.

Stern ni ningún convenio van a poder impedir que dentro de la NBA, los Celtics de Boston y los Lakers sean siempre los equipos históricos que por su potencial, tanto deportivo como económico consigan a los mejores jugadores, porque también pagan y ofrecen más.

No podrá esperar Stern de equipos como los Timberwolves de Minnesota, Kings de Sacramento, Pacers de Indiana, Raptors de Toronto, entre otros, que le den a los Hornets nada menos que a cuatro jugadores de elite como el ala-pívot argentino Luis Scola, el escolta Kevin Martin, el alero Lamar Odom y el base esloveno Goran Dragic, a cambio de Paul.

"Lo importante es que de nuevo tenemos autonomía para conseguir otro traspaso", admitió Demps la pasada noche en rueda de prensa. "Hemos vuelto a trabajar y todo está de nuevo sobre la mesa", según informa Efe. El gerente general de los Hornets reiteró que su deseo era que Paul permaneciese con ellos, pero la realidad era que el jugador no quiere continuar y por lo tanto había que aceptarla, algo que se espera también haga el propio comisionado Stern, por el bien y futuro del equipo de Nueva Orleans y sobre todo por la credibilidad de la propia NBA.

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