El entrenador del Barcelona está visiblemente preocupado por el nivel que el central está ofreciendo esta temporada. Gerard Piqué, lastrado por las lesiones, no está dando su mejor versión y Guardiola le ha vuelto a dar un toque de atención.
Primero fue su descarada tarjeta ante el Rayo Vallecano. Piqué forzó la quinta amonestación para perderse el encuentro ante el Levante y así poder llegar al clásico. Sin embargo, un cambio en el Reglamento que permite sancionar con un partido más si el futbolista fuerza la amarilla podía haber producido que el catalán no viajara a Madrid.
"Si Piqué no conocía el cambio de ahora lo conoce", afirmó Pep Guardiola antes del encuentro ante el Levante.
Y en la rueda de prensa posterior, todos los elogios fueron para Isaac Cuenca, el jugador más débil de su plantilla. Aunque con un gusto en esta ocasión discutible, Guardiola se dedicó a ensalzar al extremo: "Físicamente puede que no guste a las chicas, pero su trabajo es perfecto".
En este piropo, los analistas del Barcelona ven una crítica velada a Gerard Piqué, más preocupado en las últimas fechas en sus apariciones junto a Shakira, como en la presentación del libro de su padre, y en Twitter que en su trabajo de futbolista.
Cuando salió a la luz la relación entra la cantante y el central, Guardiola ya se mostró preocupado por mantener el vestuario bajo su control. Ahora, con tantos gallos en el mismo corral, el entrenador elogia a un recién llegado y poco mediático como Cuenca para valorar su humildad y dar un toque a las vacas sagradas.