Rotundo triunfo de Argentina en el dobles ante España (6-4, 6-2 y 6-3), en un partido en el que la solidez de la pareja sudamericana contrastó con la irregularidad española, especialmente de un Verdasco demasiado fallón en los momentos clave del partido.
Arrancó mucho mejor la pareja argentina, como durante todo el partido. Con un sorprendente Eduardo Schwank liderando, llegó pronto el primer break, en el quinto juego al servicio de Feliciano López. Las caras de la pareja española no indicaban nada bueno, y el diálogo era constante entre Feliciano y Verdasco, tratando de arreglar la neta superioridad sudamericana sobre la arcilla. Incluso puntos a priori sencillos se escapaban inexplicablemente a la pareja española, que sudaba tinta china para cerrar cada juego a su favor. Así se llegó al 4-5 favorable a Schwank y Nalbandian.
Fue el primer juego con servicio argentino en el que los españoles tuvieron opciones de romper el saque rival. Pero Schwank no perdonó y Argentina cerró el primer set por 4-6 en treinta y nueve minutos de juego.
No arrancó mejor el segundo set. La derecha de Verdasco sufría lo indecible para parecerse a la de las grandes ocasiones, y el madrileño cedió su primer saque del segundo periodo. Con servicio de Nalbandián llegó la primera pelota de break en todo el partido para España. Pero Verdasco continuaba en una verdadera montaña rusa. Igual que había dado opciones de ruptura a España con dos buenos golpes de derecha, sendos errores del número 24 del mundo dilapidaron las opciones de la pareja española de igualar el marcador.
Para colmo de males, Feliciano López también cedió su siguiente servicio, colocando un 0-3 para Argentina que, con dos breaks arriba, prácticamente se aseguraba el segundo set, algo que cerraría de nuevo al servicio Eduardo Schwank poco después (2-6) en apenas treinta y seis minutos. No era el día de la quinta ensaladera. Las pocas esperanzas españolas parecieron difuminarse cuando una doble falta de Feliciano López volvió a permitir una ruptura de servicio para los argentinos, que rápidamente afianzaron el 0-2. A partir de ahí, España tiró más de casta y épica que otra cosa.
Es cierto que tuvo varias opciones de romper el servicio argentino, pero ahí salió el mejor Nalbandián para evitar ni el más mínimo amago de remontada española. El triunfo argentino, resultó tan incontestable en la cancha como en el marcador, y el equipo dirigido por Albert Costa deberá esperar a que Rafa Nadal, o en su defecto David Ferrer, logren la ansiada quinta Copa Davis para las vitrinas del tenis nacional.