Rudy, en la encrucijada

Rudy Fernández se ha convertido en un jugador clave en el Real Madrid. Una vez conocido el final del lockout en la NBA después de cinco meses de conflicto, y tras confirmarse el regreso de Serge Ibaka a los Oklahoma City Thunder, el club blanco quiere retener al alero mallorquín. Pero el jugador está entre la espada y la pared: por un lado, su corazón le pide seguir vistiendo la camiseta blanca; por otro, su cabeza le dicta que tiene por delante un gran trayecto en la mejor liga del mundo con los Dallas Mavericks, que la pasada temporada lograron el anillo de campeones.

Aun consciente de que la pelota está en el tejado de los Mavs, Rudy y sus agentes se van a reunir en las próximas horas con los directivos de la sección de baloncesto del Real Madrid para diseñar una estrategia de cara al futuro. La intención del club presidido por Florentino Pérez es negociar con el equipo tejano la rescisión del contrato que le une con el mallorquín, aunque sólo podrá hacerlo a partir del 9 de diciembre, día en el que comienza la pretemporada en la mejor liga del mundo.

Mientras, el escolta internacional español viajará a principios de la próxima semana a Dallas para comprobar si su nuevo entrenador, Rick Carlisle, le tiene reservado un rol importante o un papel secundario, como le ha ocurrido en los Portland Trail Blazers las tres últimas temporadas. En el primer caso, Rudy acabaría formando parte del equipo campeón de la NBA junto a estrellas como Dirk Nowitzki, elegido Jugador Más Valioso (MVP) de las pasadas Finales; Jason Kidd, Shawn Marion, Pedja Stojakovic, José Juan Barea, Jason Terry y Tyson Chandler, entre otros.

Así lo aseguraba este lunes el propio Rudy durante un acto en Palma de Mallorca. "Es una nueva experiencia con un equipo muy competitivo y quiero ver y hablar con ellos (los Mavericks) para saber qué quieren de mí y qué me pueden ofrecer", señalaba el escolta balear, que ha jugado ocho partidos de Liga ACB y seis de la Euroliga con el Real Madrid a las órdenes de Pablo Laso.

El escolta insular se muestra muy agradecido al conjunto blanco, con el que ha debutado en este principio de temporada "atípico". "He estado muy a gusto en el Real Madrid. Me han tratado muy bien y he podido coger la forma para ir a Estados Unidos porque será una temporada con un desgaste terrible", indica Rudy, que reconoció que no se le había pasado por la cabeza vestir de blanco. "Por culpa del lockout, he tenido que recalar en un equipo que no preveía en mi carrera, pero me ha venido muy bien", apunta el internacional español, que ha estado una semana de baja tras lesionarse en el último encuentro de la máxima competición europea ante el Belgacom Spirou de Charleroi (93-89), aunque se ve con "buenas sensaciones" para jugar el jueves en Milán el partido de Euroliga ante el Emporio Armani de Sergio Scariolo.