Recibía el Barcelona al Rayo Vallecano en el Camp Nou. Un partido idóneo para recuperar las sensaciones que en algún lado se perdieron por el camino de Milán a Getafe, y cerrar las primeras voces que insinuaban una minicrisis de los azulgrana. No bastaba con ganar, había que golear. Y lo lograron los de Guardiola gracias sobre todo a un genial Alexis Sánchez, autor de dos bellos tantos.
Y eso que salió valiente el Rayo Vallecano en el arranque del encuentro. Presionando arriba, saliendo con el balón jugado, obligando a Valdés a jugar en largo, y buscando la velocidad de Lass –qué buena pinta tiene el guineano-, los de Sandoval pudieron incluso adelantarse en el marcador en los primeros compases.
Al Barcelona, sorprendentemente, le costaba hacerse con el dominio de la pelota. Y todo, a pesar del regreso de Iniesta a la medular. Al manchego se le vio algo falto de ritmo, aunque tiene tiempo para ponerse a tino de cara al Clásico del Bernabéu.
Pero en el minuto 29 se acabó todo. La ilusión del Rayo, y el sufrimiento del Barcelona. Alexis Sánchez hizo la jugada típica de Villa, pero mejor de lo que lo viene haciendo el asturiano últimamente. Entró por la izquierda, recortó hacia dentro, y con el interior de su bota derecha la colocó en la escuadra de Cobeño, que poco o nada pudo hacer.
A partir de ese tanto inicial el encuentro sólo tuvo un color, el azulgrana. Algo que se confirmó al borde del descanso, cuando en algo más de dos minutos llegaron el segundo y el tercer tanto del encuentro. El 2-0 lo puso de nuevo Alexis, quien culminó una jugada magnífica de Xavi –espectacular la finta que hace en la frontal para destrozar a la defensa rayista al completo-, mientras que el 3-0 fue obra de David Villa, aprovechando un regalo de Dani Alves. El brasileño pareció pensar "anda, toma, mételo tú, que últimamente lo necesitas".
En el segundo acto ninguno de los dos conjuntos bajó los brazos, algo que sin duda agradeció el espectador. El Barcelona buscaba lograr una manita –otra más- mientras que el Rayo, que se mostró muy valiente y con una actitud encomiable durante los noventa minutos, no se quería marchar del Camp Nou sin mojar.
Sin embargo, el único tanto llegó gracias a otra genialidad de Messi. El argentino recibió un balón en la banda derecha y se fue internando hacia la portería hasta que encaró a Cobeño, y le batió con facilidad. Era el decimosexto gol del azulgrana, igualando así en lo más alto de la tabla de goleadores a Cristiano Ronaldo.
La segunda mitad nos dejó tiempo también para la polémica y para el recuerdo. Por un lado, la tarjeta amarilla provocada descaradamente por Piqué –de esta forma cumple ciclo ante el Levante y llega limpio al Clásico-, de un modo muy similar al que la temporada pasada le costó una sanción al Real Madrid. Por el otro, la ya tradicional pitada del Camp Nou a Tamudo, que no olvida nunca los tantos que le marcó a su equipo vestido con la camiseta del Espanyol.
Con todo, victoria cómoda del Barcelona ante un buen Rayo, bastantes notas positivas como los regresos de Fàbregas e Iniesta o el gran nivel exhibido por Alexis Sánchez, y el conjunto de Guardiola situado a tres puntos del Real Madrid. Porque aunque ha disputado un partido más, en la clasificación actual está escrito que está a tres puntos. Un pequeño paso psicológico de cara al Clásico respecto a la dolorosa derrota sufrida ante el Getafe.
Barcelona, 4: Valdés; Alves, Mascherano, Piqué, Abidal; Keita, Xavi (Thiago, m.54), Iniesta (Cesc Fàbregas, m.56); Alexis (Adriano,, m.71), Messi y Villa
Rayo Vallecano: Cobeño; Arribas, Labaka, Jordi Figueras; Casado, Movilla, Javi Fuego (Rafa García, m.54), Botelho, Míchel (Tamudo, m.46); Michu y Lass (Piti, m.69)
Incidencias: Asistieron al encuentro 53.775 espectadores en partido adelantado de la decimoséptima jornada de Primera División