Después de su decisiva actuación en el derbi del pasado contra el Atlético de Madrid en el Santiago Bernabéu (4-1), al provocar el penalti que supuso el empate a un provisional, marcado por Cristiano Ronaldo, y la tarjeta roja directa al portero Thibaut Courtois, Karim Benzema ya piensa en el clásico del próximo 10 diciembre contra el Barcelona.
Será un partido especial para el delantero francés, después de que la pasada temporada el técnico José Mourinho le dejase en el banquillo en los dos clásicos de semifinales de la Liga de Campeones y en la final de la Copa del Rey. Sí fue titular Benzema en el primero de los cuatro duelos que madridistas y azulgranas disputaron en apenas 18 días, el de Liga en el Bernabéu (1-1).
"Tenemos tiempo para pensar en el Barça. Antes tenemos otra cita en Gijón complicada, pero estamos preparados para el desafío. Yo siento la confianza del entrenador y la de todo el mundo. Intento corresponder en el campo", apunta el jugador francés en declaraciones a los medios de su país, que no han dudado en elogiarle por su actuación en el derbi.
"Un partido" que, como dice el propio jugador francés, "siempre es duro entre dos eternos rivales. El Atlético es un buen equipo que además jugó fuerte", señala.