En su columna habitual 'Cortita y al pie', en el diario Marca, Alfredo di Stéfano escribe este lunes que "el joven y deslumbrante Real Madrid concertó una misteriosa cita el sábado en el Bernabéu, con el objeto de enfrentar a un atormentado equipo rojiblanco".
Un Atlético que, según La Saeta Rubia, "influido por las teorías de su entrenador, aceptó la peligrosa estrategia de ir a por Xabi Alonso", que es la "piedra angular" de un Madrid donde "todos pueden mirar de tú a tú", pues "no hay villanos que puedan alcanzar el caballo del bueno".
A continuación, Di Stéfano relata que el Atlético, creyéndose "por encima del Real Madrid", sin "nada que perder", jugó con la sensación de que "asumía las riendas" en una primera parte en la que fue a por una jugada "osada". Pero también dice el exjugador que "nadie está por arriba" del equipo blanco, del que es presidente de honor, y que ha cambiado su forma de ser: "Es curioso, los nevios cuando veo los partidos del Madrid, los tengo a flor de piel. Actualmente no, y entonces pensé: 'Vaya, nos han hecho un gol, ahora tendremos que vencerles por 7 a 1 o algo así'".
Después de relatar cómo buscaba en el antepalco a su amigo Enrique Collar, "al que advertí con una sonrisa, pero querido Enrique, al final no te vi por ningún lado", con la intención de "picar algo", Di Stéfano cuenta que el Atlético "se había esfumado" en la segunda parte mientras Benzema y el "fideíto" Di María "se comieron todo lo que salía al paso". "El Atlético quiera o no", escribe, "llega a estos partidos con un nudo alrededor del cuello. Y en los últimos minutos, Higuaín y Cristiano Ronaldo lo apretaron".
Pero la Saeta Rubia no quiere hacer leña del árbol caído y lanza el siguiente mensaje de ánimo al Atlético: "Ninguna derrota es aniquilamiento por muy dura que sea (...) En cada jornada se juega el siguiente sol". "Mientras tanto", presume Don Alfredo, "al nuevo primer ministro se le llama Real Madrid".