Que José Mourinho es un técnico a quien gusta tener todos los detalles controlados es algo conocido por todos. El portugués sigue todos los movimientos de sus pupilos, incluso cuando éstos se marchan con sus selecciones. El último ejemplo pudo vivirse con el partido de la selección argentina en Colombia, y el distinto proceso de regreso a España de los futbolistas de Barcelona y Real Madrid. Y es que Gonzalo Higuaín tardó casi la mitad de tiempo en volver que Javier Mascherano y Leo Messi.
El partido se disputaba el martes en Barranquilla, a las cuatro de la tarde. Después de lograr la victoria por 1-2, los futbolistas argentinos pasaron la noche en la ciudad colombiana para, al día siguiente, desplazarse cada uno a sus respectivos destinos. Así, Messi y Mascherano tuvieron que pasar primero por Miami y después por Madrid para llegar a las 11.30 del jueves a Barcelona, 36 horas después de que finalizara el encuentro.
36 horas, un tiempo que el Real Madrid estimaba excesivo, por lo que trató de solucionarlo al máximo. Y lo hizo gracias a un avión fletado desde Barranquilla a Bogotá, al que Higuaín se subió nada más acabar el partido. Eso le permitió al futbolista argentino desplazarse desde la capital colombiana a la española mediante un vuelo regular, llegando a Madrid 11.30 de la mañana del miércoles y, así, acudir al entrenamiento blanco del miércoles por la tarde.
Es decir, gracias a un avión fletado de poco menos de una hora, el delantero del Real Madrid pudo llegar a España 24 horas antes que sus compañeros y, sobre todo, con un viaje mucho más corto y menos cansado que sin duda tendrá sus efectos en los partidos que blancos y azulgrana disputen este sábado.
Ahora, una vez conocida la noticia en la Ciudad Condal y con la sorpresa de ver cómo Higuaín ya se entrenaba con el Real Madrid mientras Messi y Mascherano aún estaban en Colombia, en Barcelona se preguntan por qué no fletaron ellos un chárter igual que hizo el conjunto blanco. Pero la respuesta no está en el dinero, pues ambos clubes se podían permitir un avión privado para 45 minutos, sino en Mourinho y en el control total que ejerce sobre todos sus futbolistas.