España ha sucumbido en su visita al mítico Wembley en un encuentro en el que los hombres de Del Bosque no merecieron perder, pero en el que abusaron del pase en corto, sin encontrar nunca la profundidad que les permitiera afrontar con garantías la portería de un Hart que pasó prácticamente desapercibido.
Inglaterra, por su parte, se dedicó a batallar durante los noventa minutos, con una perfecta tela de araña en el centro del campo construida por Capello –sorprendentemente, por donde se empeñaron los españoles en entrar- y esperando su oportunidad a la contra o a balón parado. Precisamente fue tras el saque de una falta cuando llegó el único tanto del encuentro, obra de Lampard.
Dos mitades opuestas
La primera mitad sobró de todas todas. No hubo fútbol; unos, los ingleses, se dedicaron a contemporizar, a no perder la posición, y a tratar de robar la cartera; los otros, los españoles, sólo intentaron no perder el balón, pero nunca mirando hacia la portería rival. De hecho, la única oportunidad fue un remate muy desviado de Sergio Busquets.
Eso sí, nos permitió ver una imagen que quedará para el recuerdo. Wembley, una de las palabras que más sentido evocan en el diccionario futbolístico, vio cómo los futbolistas ingleses eran encerrados en su campo por los españoles durante 45 minutos. Una imagen inimaginable hace apenas unos años, fruto de cómo ha cambiado nuestra selección.
Tras el paso por el túnel de vestuarios los dos equipos salieron más agresivos sobre el césped. El disparo de Villa desde la frontal nada más arrancar fue una clara muestra de ello, así como la entrada en el campo de Fàbregas y Mata. Sin embargo, el tanto cayó del lado inglés.
Fue en una falta perfectamente botada por Parker desde el costado. Darren Bent, un portento de la naturaleza que evoca a aquellos delanteros británicos de hace unas décadas, se elevó por encima de todos y conectó un cabezazo ante el que nada pudo hacer Reina, quien había entrado por Casillas, histórico hoy. Sin embargo, el balón se estrelló en la madera, pero por ahí apareció Lampard para, a portería vacía y también de cabeza, enviar el esférico a las mallas. Era el primer disparo peligroso de Inglaterra en el partido, pero con un estilo muy a la italiana –cómo se nota la mano de Capello- se adelantó en el marcador.
El tanto cayó como un jarro de agua fría en la selección española, que, sorpresa, perdió incluso el control del balón. Fueron los minutos en los que Inglaterra pudo sentenciar el choque, pero no lo logró. Y a punto estuvo de pagarlo caro.
Porque en el minuto 72 un acrobático remate de Villa –de lo mejor de los nuestros esta tarde- se estrelló contra la madera. A partir de ahí España volvió a ser la de siempre, y se volcó contra la portería de Hart. Piqué, primero, y Fàbregas, después, gozaron de dos buenas oportunidades, pero fue sobre todo en el minuto 89 cuando, de nuevo Fàbregas, debió establecer la igualada con un remate casi a portería vacía tras gran servicio de Villa que se marchó rozando el palo.
Pecó de falta de puntería el de Arenys, de contundencia en el ataque, lo mismo que le había pasado a sus compañeros de equipo durante todo el encuentro, y eso, en Wembley, se paga. Por eso ha sucumbido, en un choque en el que no mereció perder, pero en el que tampoco mereció ganar. Demostró, eso sí, que es superior a Inglaterra y que, si se la encuentra en la Eurocopa del próximo verano, otro gallo va a cantar.
Ficha técnica
Inglaterra, 1: Hart, Glen Johnson, Jagielka, Jones (Rodwell, m.57), Cole, Parker Walker, m.85), Lescott, Milner (Adam Johnson, m.76), Walcott, Lampard (Barry, m.57) y Bent (Welbeck, m.64)
España, 0: Casillas (Reina, m.46), Arbeloa, Sergio Ramos (Puyol, m.74), Piqué, Jordi Alba, Busquets (Fernando Torres, m.64), Xabi Alonso, Xavi (Cesc, m.46), Iniesta (Cazorla, m.74), Silva (Mata, m.46) y Villa
Goles: 1-0, m.48: Lampard
Árbitro: Frank De Bleeckere (Bélgica). Amonestó a Sergio Ramos (m.59) y Cesc Fàbregas (m.61) por España, y a Milner (m.41) por Inglaterra
Incidencias: Encuentro amistoso disputado en Wembley, ante 87.189 espectadores. Inglaterra y España lucieron brazaletes negros y guardaron un minuto de silencio por el "Día del Recuerdo", en honor de todos los soldados británicos fallecidos desde la Primera Guerra Mundial