Las disputas internas han comenzado a aflorar entre las partes implicadas en el conflicto laboral que afecta a la NBA con la lealtad del presidente del sindicato de jugadores, Derek Fisher, más cuestionada que nunca. Algunos de los jugadores de la línea dura del sindicato entienden que el base, compañero de Pau Gasol en Los Angeles Lakers, ha comenzado a ceder ante las posiciones que mantiene el comisionado de la NBA, David Stern, sobre el reparto de ingresos y el tope salarial.
Ante estos rumores, el propio Fisher se ha visto obligado a enviar una carta a todos los miembros del sindicato para desmentir cualquier tipo de acuerdo a espaldas de los jugadores y de tener diferencias con el director ejecutivo, Billy Hunter, que se opone abiertamente a la formula 50-50 por ciento en el reparto de los ingresos.
Fisher niega enfrentamiento alguno dentro del sindicato y también que se hayan dado "acuerdos o negociaciones por separado" para acabar con la situación de cierre patronal (lockout), que afecta a la NBA desde el pasado 1 de julio. Varios informes periodísticos han señalado que Fisher no estaba de acuerdo con la postura inflexible de Hunter sobre la figura del 50-50 por ciento que ofrecen los dueños para el reparto de ingresos, y que consideran "innegociable" para poder conseguir un acuerdo.
"Normalmente, no daría crédito a informaciones absurdas con un comentario, pero antes de que vayan más lejos, dejadme decir a cada uno de vosotros que mi lealtad está y estará siempre con los jugadores", ha respondido Fisher en una carta enviada a algunos medios y publicada por la página web oficial de la NBA. "Cualquiera que cuestione o dude de esto, no me conoce y mucho menos con lo que me identifico", añadió.
Sin embargo, ya existen precedentes en las negociaciones de los convenios de la NBA, que los máximos responsables del sindicato después de llegar a un acuerdo comenzaron a trabajar con la liga.
Fisher en su carta también se esfuerza por asegurar que el sindicato está más unido que nunca, algo que de acuerdo a varias fuentes cercanas a las negociaciones no es así, existen como dentro de los dueños, dos posiciones encontradas. Pero Fisher insiste en la misiva que "cualquier información contraria es falsa. No ha habido acuerdos ni negociaciones por separado, o algo cerrado. Estamos unidos en serviros y en presentar las mejores opciones para que todo el mundo vuelva a trabajar, eso sí, con el acuerdo más justo posible", señala.
Severa multa al dueño de los Heat
Mientras, los dueños de los equipos consideran que el conflicto se encuentra en un momento "clave" y no quieren hacer ninguna concesión al exterior sobre la estrategia que mantienen frente al sindicato de jugadores durante las negociaciones del nuevo convenio colectivo.
De ahí la multa de 500.000 dólares que le ha sido impuesta a Micky Arison, propietario de los Miami Heat, por intercambiar valoraciones y expresiones relacionadas con el conflicto a través de su cuenta de Twitter con un aficionado. La severidad de la multa demuestra que tanto el comisionado Stern como los dueños son conscientes que sólo a través del hermetismo sobre lo que está sucediendo en el proceso de negociación por parte de la patronal es "vital" de cara a hacer frente a la posición que mantiene el sindicato.
En su intercambio de mensajes, Arison dijo que se equivocan de dueño, en relación a que él no estaba del lado de los propietarios que exigen el 50-50 y un tope salarial "duro". Además el dueño de los Heat también ha tenido duras palabras hacia el propietario de Los Angeles Clippers, Donald Sterling, lo que no ha gustado dentro de la NBA.
Arison se convierte en el tercer dueño que es multado por hacer comentarios o declaraciones públicas sobre las negociaciones del convenio colectivo. El primer dueño que recibió una multa, de 100.000 dólares, fue Ted Leonsis, de los Wizards de Washington, cuando el año pasado dijo que los propietarios querían establecer un tope salarial "duro". El mítico Michael Jordan, dueño mayoritario de los Bobcats de Charlotte, también recibía la misma multa por decir desde Australia que el actual modelo económico de la NBA no "servía".