El defensa Jonathan Bottinelli, un histórico del San Lorenzo de Almagro, ha pagado los platos rotos de la última derrota del equipo, este martes ante el Arsenal de Sarandí (1-0) en la duodécima jornada del torneo Apertura argentino.
El incidente ocurría tras el entrenamiento, a puerta cerrada, cuando tres integrantes de la barrabrava se colaron en los vestuarios y, de muy malas maneras, empezaron a recriminar a los jugadores su mal papel en el campeonato. Bottinelli, el principal símbolo del equipo, fue quien se llevó la peor parte al recibir un puñetazo en la cara de uno de los hinchas con los que estaba discutiendo.
"Vamos a realizar un sumario (expediente). Hay agresiones directas. Lamentamos lo ocurrido y les damos el apoyo al cuerpo técnico y a los jugadores", decía Roberto Ribas, portavoz del San Lorenzo, en declaraciones a varios medios de comunicación. "Hablé con Bottinelli y está muy caliente. Lamentamos mucho lo ocurrido. Estamos pasando un momento muy difícil económica y futbolísticamente", agregaba Ribas.
Después de haberse disputado doce jornadas del torneo Apertura, el San Lorenzo acumula 14 puntos, la mitad que el líder Boca Juniors, y está sumido en una severa crisis institucional.