Pienso todo lo siguiente: No aprovechar las nuevas tecnologías, para corregir ..., bueno, vamos a decir "equivocaciones" de los árbitros, o interpretaciones dependiendo de quién sea el equipo, es algo esperable, pues sería acabar con el mangoneo que se trae la Flifla - yo te voto y te consigo votos, pero tu me ayudas con dictámenes o presiones, etc, etc., vamos, esto, como el de putas, el oficio más antiguo del mundo. Ojo, que no señalo ni desprecio a nadie.
gavina,
con moviola en directo a la Far$a se le acaba el chollo de las simulaciones, de los piscinazos y de que las agresiones e insultos de sus jugadores queden impunes. Aparte de q unos cuantos árbitros quedarían retratados en un santiamén.
¿No sería mejor incorporar los avances en lugar de ponerle puertas al campo? Otros deportes se han beneficiado enormemente de las nuevas tecnologías sin que el espectáculo se resienta un ápice. En tenis se puede pedir el ojo de halcón, en hockey el videoárbitro... No sé por qué el fútbol no puede adoptar un sistema similar, cuatro consultas a un videoárbitro al que ni jugadores ni público tienen acceso sería más ecuánime y ahorraría más tiempo del que ahora se pierde cada vez que un árbitro tiene que acudir al juez de línea a echar a pito-pito una jugada que ninguno de los dos ha visto, rodeados de quince tíos y con todo el público encima.
Permitir la manipulación en los despachos.
La tecnología, como las videocámaras en hockey sobre hielo, que permiten juzgar exactamente una jugada dudosa, no la quiren las altas instancias del fútbol poque quieren retener la capacidad de manipuklar resultados en los despachos (manipuación ejecutada a través de los árbitros). Así, en el Mundial de Corea del Sur, Corea tenía que avanzar en "su" Campeonato por lo que a España le anularon on gol legal de "oro" en la prórroga (centra Joaquín, sin haber salido la pelota del campo, y remata Morientes).
Con la tecnología, se habría podido comprobar que el gol fue legal.
NOTA. No comento las clamorosas irregularidades en los Madrid-Barça de la temporada pasada (que favorecieron definitivamente al Barça) por no alimentar hoy y ahora la polémica.