Marcelino García Toral, entrenador del Sevilla, tenía que despejar una gran incógnita a principio de temporada. ¿Quién sería el portero sevillista? Andrés Palop tenía más galones y experiencia, pero su veteranía hizo que su rendimiento bajara la temporada pasada. Javi Varas era el portero joven e inexperto que ya cumplió con creces el año pasado. Finalmente, se decantó por éste último.
Los números dejan claro que el técnico acertó. El Sevilla sólo ha encajado cuatro goles en lo que llevamos de campaña y Varas ha destacado en casi todos ellos. En los últimos cuatro partidos ha sido el mejor de su equipo, con especial mención en el Calderón y ante el Sporting, donde salvó el empate en el último minuto.
Sin embargo, su actuación en el Camp Nou le ha elevado a categoría de héroe. El Barça había contado sus partidos de Liga en casa por goleadas y no se quedaba sin marcar desde la segunda jornada de la temporada pasada, en la derrota ante el Hércules (0-2).
El penalti detenido a Messi en el último minuto fue la guinda de una actuación perfecta. El propio Varas ha explicado que tenía estudiado los lanzamientos desde el punto de penalti del argentino e, incluso, durante la tangana, avisó a Jesús Navas para que acudiera al rechace, porque intuía que La Pulga lo lanzaría a su izquierda.
Historia de superación
Para llegar a la fama que le ha otorgado la actuación en el Calderón y, sobre todo, en el Camp Nou, Javi Varas se ha tenido que bregar por campos de tierra y ha tenido un difícil acceso a la Primera División.
El portero se hizo socio de la Peña Pablo Blanco en su barrio de Sevilla, casualmente director de las categorías inferiores del club. Cuando le vio, observó las cualidades de un portero sobrio, estilo Juan Carlos Unzué, ídolo de Varas. Lo reclutó y, tras pasar por cesiones en el San José y en el Alcalá, donde fue clave para la salvación del equipo en Segunda B, jugó en el filial.
Allí coincidió con Manolo Jiménez, donde fue uno de los artífices del ascenso a Segunda, en la tanda de penaltis ante el Pontevedra, y en la mejor temporada del Sevilla B, que logró clasificarse en mitad de tabla en la categoría de plata. El propio técnico decidió ascenderle a la primera plantilla y prescindir de un meta internacional como el italiano Morgan De Sanctis –ahora juega la Champions con el Nápoles-.
Cuando Palop no estaba, Varas respondía
Sin embargo, delante de Javi Varas se encontraba Andrés Palop, héroe de la UEFA conquistada por el Sevilla en 2008 y uno de los mejores porteros de nuestro país. Tras un partido europeo ante el Karpaty regresó a su casa para decirle a su mujer embarazada que lo dejaba para dedicarse a su profesión de administrativo. Ésta le insufló fuerzas y los resultados empezaron a llegar.
Debutó en 2009 ante el Numancia supliendo a Palop, que se encontraba sancionado. Su primer partido lejos del Pizjuán fue precisamente en el Camp Nou. El portero poco pudo hacer y el Barça de Eto´o y compañía ganó 4-0. El año pasado también jugó Varas, con 5-0 como resultado final.
En Sevilla se acusaba a Andrés Palop de querer borrarse de partidos importantes en los que el resultado más previsible era una goleada en contra. "No lo creo", dice Varas a El Mundo.
Su historia cambió en la jornada 18 de la temporada pasada. El Sevilla perdía 2-1 ante la Real Sociedad en Anoeta con dos goles en los que Palop pudo hacer mucho más. Javi Varas entró en la segunda parte, el Sevilla remontó y ganó el partido.
A partir de entonces, el portero sevillano ha ido haciéndose un hueco en las alineaciones por méritos propios hasta ganarse su renovación hace dos semanas. Ante la humildad de Varas, el propio Del Nido afirmaba: "Si ganando lo que ganabas parabas lo que parabas, ganando lo que vas a empezar a ganar ahora, no te digo nada lo que tienes que parar", informa Marca.
Dicho y hecho. Ante el Sporting salvó al equipo en el último minuto y ante el Barcelona se convirtió en héroe.