Sala i Martín intenta justificar los derroches de Laporta: "Facturas irrelevantes"

Xavier Sala i Martín firma este lunes un artículo en La Vanguardia, titulado "Ningún presidente", que no tiene desperdicio. Con una desfachatez de colosales dimensiones, el exdirectivo del Barça trata de justificar lo injustificable: los derroches de Joan Laporta durante buena parte de su mandato al frente del club.

Unos gastos "desproporcionados, suntuosos y superfluos", según queda reflejado en la demanda de responsabilidad social presentada por la actual Junta directiva del Barcelona, presidida por Sandro Rosell, contra Laporta, 18 de sus directivos –entre ellos Sala i Martín– y la aseguradora Zurich, que fue admitida a trámite por el juzgado de primera instancia número 39 el pasado 12 de septiembre.

Según La Gaceta, que hace unas semanas publicó detalles de esta demanda en varias entregas, Laporta derrochó millones entre jets privados, restaurantes y catering, así como 318.000 euros de "difícil justificación" cargados a la (tarjeta) visa de su guardaespaldas por cuentas aparentemente particulares desembolsados en cuentas de restaurantes, hoteles, compras navideñas y juergas nocturnas en la sala Luz de Gas de Barcelona. Sin olvidar que también despilfarró la friolera de 26.000 euros en una sola cena en Botafumeiro, uno de los restaurantes más exclusivos de la Ciudad Condal, en la que los guardaespaldas del expresidente pudieron disfrutar a todo tren.

Pese a la dudosa moralidad de estos despilfarros, Sala i Martín lo ve todo perfectamente normal. "Los guardaespaldas tenían que comer después de haber estado trabajando durante todas las vacaciones, incluida la Nochebuena", escribe sin miramientos el controvertido exdirectivo del Barça, que ingresó en la Junta directiva del club el 23 de abril de abril de 2009, en calidad de vocal del área económica, y ocupó el cargo de tesorero desde el 13 de noviembre de ese año hasta junio de 2010, cuando Joan Laporta dejó la presidencia de la entidad.

También intenta justificar Sala i Martín que, mientras los jugadores compartían habitaciones valoradas en 159 dólares la noche, durante la gira del equipo por Estados Unidos en 2009, Laporta pernoctase en una de 5.000 dólares, concretamente en el hotel Four Seasons de Seattle (Washington). "¿Hizo mal?", se pregunta el controvertido economista. "No", se responde a sí mismo para añadir que "cuando uno tiene obligaciones importantes, es bueno que el club pague más para que las pueda atender".

Sala i Martín, catedrático de economía en la Universidad de Columbia, también pretende disculpar a su antiguo jefe cuando habla del gasto en vuelos privados, asegurando que todos tenían relación con jugadores, como las visitas a las fundaciones de Leo Messi y Rafael Márquez o la presencia de Carles Puyol, Gerard Piqué, Xavi Hernández, Sergio Busquets y Bojan Krkic en la Final Four de la Euroliga de baloncesto, o actos relacionados con el club. "Las facturas de aviones, del Luz de Gas o de la rostisseria Lolita eran absolutamente irrevelantes", escribe, ni corto ni perezoso, el polémico exdirectivo.

A continuación, Xavier Sala i Martín pasa directamente al ataque y no duda en arremeter contra el actual presidente del club, Sandro Rosell, a quien acusa de haber "encendido el ánimo de los socios con sus acusaciones de presunto despilfarro" durante la Asamblea de Compromisarios del 16 de octubre de 2010, en la que Rosell desveló las presuntas irregularidades de Laporta y le acusó, tanto a él como a su Junta directiva, de haber dejado al club con unas pérdidas estimadas en 47,5 millones de euros.

"¿Por qué (Rosell) no hizo el esfuerzo honesto de preguntar y aclarar los hechos? ¿Por qué no dejó que Laporta diera explicaciones a la asamblea en igualdad de condiciones?", se pregunta Sala i Martín, quien afirma a continuación que "la nueva directiva parecía menos interesada en la verdad que en ensuciar calculadamente al presidente saliente (Laporta) a costa de la paz social".