El comisionado de la NBA, David Stern, anuncia que el próximo martes será el día clave en el conflicto laboral entre los dueños de los equipos y el sindicato de jugadores y que si ambas partes no llegan a un acuerdo, podrían suspenderse todos los partidos programados para el día de Navidad. Pero Stern, que ha hablado en el programa de Stephen A. Smith, de la cadena ESPN, ha adelantado que incluso se podría perder por completo la temporada 2011/12.
Después de reunirse con el mediador federal George Cohen, los dueños lo harán entre ellos mismos los dos próximos días y, si no tienen nada nuevo que debatir en cuanto a la posición de los jugadores, entonces debería anunciarse la cancelación de más partidos. "En estos momentos, el martes podría ser el día decisivo si de verdad el comité de relaciones laborales de la NBA y el director ejecutivo del sindicato, Billy Hunter, logran romper la falta de avance en las negociaciones y buscan un acuerdo", destaca Stern, quien ha adelantado que "si no lo hacen, entonces creo que no habrá partidos en Navidad".
El lockout (cierre patronal) que está en vigor desde el pasado 1 de julio y la falta de acuerdo para la firma ha obligado ya a cancelar las dos primeras semanas de competición de la temporada regular, que debía comenzar el próximo 1 de noviembre. Los partidos de Navidad se consideran como el primer gran día de competición de la temporada y para este año están programados tres, entre ellos el el duelo entre los Dallas Mavericks, actuales campeones de la NBA, y los Miami Heat, en lo que será la reedición de las últimas Finales.
Sin embargo, las posturas entre los dueños y el sindicato de jugadores sobre los asuntos claves del nuevo convenio colectivo están muy separadas. A la pregunta concreta que Smith le hizo a Stern sobre el por qué los dueños no habían podido llegar a un acuerdo, el comisionado de la NBA se mostraba tajante al asegurar que se debe a que "el actual sistema económico ya no tiene validez para la realidad que vivimos en estos momentos".
Según el comisionado, es "completamente irracional" que los jugadores recibiesen un 57 por ciento de los ingresos que se obtienen por el baloncesto y que los dueños hayan tenido grandes pérdidas durante el pasado convenio colectivo. "Inclusive durante la negociación se cedió en el tope salarial, en otros aspectos y los jugadores siguieron sin querer aceptar el punto de partida clave, que es el reparto de los ingresos por debajo del 50 por ciento", subrayaba Stern.
Cohen, el mismo mediador federal que trabajó en el conflicto laboral de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), es visto por las partes como un salvador en el caso del lockout en la NBA. "Confío que tenga la habilidad de hacer mover a ambas partes en la dirección correcta para conseguir un acuerdo", ha dicho Stern. "De lo contrario, el próximo paso será anunciar más cancelaciones y cada vez habrá menos posibilidades de superar la crisis laboral".
El comisionado ha recordado que las dos partes discrepan en todos los aspectos importantes del nuevo convenio colectivo como el reparto de los ingresos, el tope salarial, la duración de los contratos y el hecho que estén garantizados e incluso en la duración del nuevo acuerdo. Stern ha dicho que los dueños desean un convenio con una duración de diez años, con la opción de darlo por terminado después de que se cumplan los seis primeros, mientras que los jugadores no quieren ir más allá de las seis temporadas.
Mientras, Hunter y otros directivos del sindicato se reúnen el viernes en Los Ángeles para explicar a los jugadores cómo están actualmente las posiciones de ambas partes y el porqué rechazaron la oferta de los dueños de hacer un tope salarial menos rígido, pero a la vez establecer mayor impuesto de lujo. El sindicato considera que esta alternativa es como si en realidad tuviesen establecido un tope salarial rígido, porque muy pocos equipos podrán hacer frente al mismo.
Tampoco quiere el sindicato que se toque la llamada cláusula Larry Bird, ni el dinero que se utiliza para la llamada excepción de nivel medio.
El propio Stern también ha reconocido que precisamente muchos de esos aspectos, que también son muy importantes en el nuevo convenio, todavía no han podido discutirse porque ha insistido en que hay mucho en juego y muy pocos días para salvar la temporada de la NBA.