El keniano Moses Mosop fijó el pasado domingo un récord al ganar el maratón de Chicago y la rusa Liliya Shobukhova se llevó el título entre las mujeres para convertirse en la primera tricampeona de la prueba.
La carrera, sin embargo, terminó empañada por la muerte de un atleta de 35 años, William Caviness, que se derrumbó a 500 metros de la llegada y fue declarado muerto en el hospital Mercy, a cuatro años del fallecimiento en la prueba de un corredor con un problema cardíaco.
Dijeron que los médicos lograron que su corazón volviera a latir al asistirlo, pero que falleció 1 hora y 45 minutos después. "Extendemos nuestras condolencias y pensamientos y plegarias a la familia", dijo la directora de la carrera Carey Pinkowski.
La oficina forense del Condado de Cook anunció que se hará una autopsia este lunes. El atleta recibió atención inmediata de paramédicos y doctores de emergencias que estaban en la cercanía cuando cayó al suelo, dijo el director médico de la prueba, George Chiampas.
En la edición de 2007, Chad Schieber, un policía de 35 años, murió y cientos de atletas se desmayaron o vomitaron en un fuerte calor. La autopsia mostró que Schieber murió por un problema cardíaco y que no había evidencia de que se hubiera deshidratado.
Tras esa muerte, los organizadores mejoraron la comunicación entre los competidores y las diversas autoridades que participan del operativo. También incrementaron los puntos de entrega de agua y de asistencia médica.