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Laporta reconoce que cobró diez millones por asesorar a un magnate uzbeko

El expresidente del Barcelona ha indicado que denunciará a la actual Junta del Barça y al Grupo Godó, editora de La Vanguardia.

Joan Laporta ha reconocido haber cobrado 10,15 millones de euros a través de su despacho de abogados por asesorar al magnate uzbeko, Miradil Djalalov, mientras era el máximo mandatario de la entidad azulgrana.

Laporta ha declarado haber facturado a través de Laporta & Arbós Advocats Associats dicha cantidad a Zeromax, empresa propiedad de Djalalov, "por la prestación de servicios de consultoría empresarial durante tres años".

Asimismo, el expresidente ha anunciado que interpondrá "acciones penales y civiles" contra la actual junta directiva del club catalán y el Grupo Godó, al considerarlos "los autores materiales de continuas y sistemáticas injurias, calumnias y difamaciones" contra su persona.

Laporta cree que La Vanguardia y otros medios de comunicación del grupo se han dedicado "publicar de formar reiterada diversas informaciones sacadas de contexto, medias mentiras, atentados al honor y a la intimidad" que le han causado "importantes daños morales".

El expresidente del Barça entiende que todo ello responde a "una estrategia de manual" por parte de la junta que preside Sandro Rosell para desprestigiarle utilizando como altavoz los que Laporta considera como medios afines a la actual directiva barcelonista. "Han intentado crear sospechas, construir una mentira en su propio interés para poner a la gente claramente en contra de todo lo que hicimos durante nuestra gestión. Por eso ellos también serán objeto de las acciones penales y civiles que pienso interponer", ha comentado sobre los directivos que ahora dirigen el club.

Las comisiones de Laporta

El también parlamentario catalán ha acudido a la Ciudad de Justicia en calidad de demandado, pues el agente de jugadores de origen turco Bayran Tutumlu le reclama el 10 por ciento del dinero que los negocios con el empresario uzbeko le reportaron tanto a él como al Barcelona.

Tutumlu asegura que fue él quién organizó y pagó (cerca de 1.200 euros) la cena del Via Veneto en la que Laporta y Djalalov se conocieron en mayo de 2008, y que el expresidente del club catalán le prometió un comisión por los negocios que hicieran juntos.

Sin embargo, Joan Laporta lo ha negado todo ante la jueza: "Este individuo, el señor Tutumlu, es un oportunista de esos que hay en el mundo del fútbol para ver qué pillan. Se dedicaba a enredar a todo el mundo. Solo me reuní con él dos veces, por cortesía y ante su insistencia, y no le prometí absolutamente nada".

Además de los 10,15 millones que el despacho de Laporta se llevó por los trabajos de consultoría, el Barça cobró otros 3 millones de pesetas por alquilar cuatro días su instalaciones y jugar un partido de entrenamiento contra el Budyonkor, el equipo de Djalalov.

Laporta se atribuye todo el mérito de esta segunda operación. "Logré convencer a los de Zeromax para que firmaran un contrato de 5 millones por jugar dos amistosos y hacer un stage en Barcelona. Conseguimos un contrato buenísimo, ya que cobramos 3 millones en el momento de la firma y pactamos otros 2 por un segundo amistoso que finalmente no se llegó a celebrar", ha destacado.

El expresidente del club azulgrana ha declarado que fue el marido de su secretaria, George Mikazde, quien insistió en que debía conocer al magnate uzbeko y organizó aquella cena en el Via Veneto, según informa Efe. Y que, de ahí, surgió una relación comercial entre ambos. "Djalalov tenía cierta admiración por quién era yo y me pidió que trabajara para su grupo de empresas", ha apuntado.

Los jugadores se desentienden

Sin embargo, el propio Mikazde ha testificado que no sabe quién organizó la cena y que él solo acudió a la misma en calidad de traductor -es de origen georgiano y habla ruso- por lo que supone que fue Tutumlu el que medió para que se produjera el encuentro. El agente FIFA también acusa a Laporta de embolsarse parte del dinero que debía ir a parar a lo jugadores Lionel Messi, Carles Puyol, Andrés Iniesta, Samuel Eto'o y Cesc Fàbregas, que por aquel entonces aún jugaba en el Arsenal, por asistir a un clinic que se celebró en Uzbekistán.

De hecho, estos futbolistas debían asistir esta misma mañana al juicio en calidad de testigos, pero solo Lionel Messi ha excusado su incomparecencia alegando que se encuentra fuera de España, concretamente concentrado con la selección argentina. Puyol, Iniesta y Cesc han aportado las facturas emitidas por sus respectivas sociedades a Zeromax (300.000 euros por futbolista) por participar en la exhibición.

A este respecto, Laporta ha insistido que los jugadores cobraron directamente del empresario uzbeko y que su despacho "no intervino en absoluto", en este caso a través del periodista e intermediario Joan Patsy

Según Joan Laporta, su despacho contrató a Patsy para que hiciese "un coaching sport (instrucción deportiva) para el grupo de empresas de Zeromax" y su intermediación en el clínic -contactando con los agentes de los jugadores- fue a título personal, por su amistad con el expresidente y sin cobrar un euro por ello, extremo que ha confirmado el propio Patsy en el juicio.

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