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AZAHARA MUÑOZ, DECISIVA

Europa acaba con el dominio de EEUU en la Solheim Cup

La Ryder Cup femenina regresa al Viejo Continente ocho años después.

La Ryder Cup femenina regresa al Viejo Continente ocho años después.

La malagueña Azahara Muñoz ha jugado un papel determinante en la consecución de la Solheim Cup para Europa, ocho años después del último triunfo, al imponerse a Estados Unidos por 15 a 13 en el Killeen Castle Golf Resort, a las afueras de Dublín (Irlanda). Muñoz, que disputó el undécimo de los doce partidos individuales del domingo, ha derrotado a una rocosa golfista como es Angela Stanford.

El final de esta Solheim Cup se antojaba tremendamente igualado. Esta vez el equipo europeo era muy fuerte -al igual que el americano- y la distancia entre ambos ya no era tan evidente. Así, tuvimos un final de auténtico infarto, con todos los ingredientes para que el desenlace resultase majestuoso. Como así ocurrió.

Europa necesitaba llegar a 14 puntos y medio para recuperar la ansiada copa y la jornada comenzaba con empate a ocho. La capitana estadounidense, Rosie Jones, ha sabido transmitir a las jugadoras su espíritu de lucha, sacrificio y garra a la hora de remontar los partidos después de que todo se pusiera cuesta arriba.

La jornada se tuvo que parar en dos ocasiones: la primera por la cantidad de agua caída sobre el campo, que llegó a anegar por algunos momentos los greenes, y la segunda por una amenaza de tormenta eléctrica. Una vez reanudada la competición, después de casi una hora de parón, la igualdad seguía patente. Fueron llegando los partidos a sus correspondientes finales y, a falta de tres encuentros, el resultado era de empate a 12 puntos y medio.

Llegó entonces el duelo entre la sueca Caroline Hedwall y Ryann O'Toole. A falta de tres hoyos la americana se imponía por dos de diferencia, pero Hedwall no se rindió, recortó distancias en el 17 y se jugaba medio punto para Europa, en el último hoyo. Su segundo golpe fue decisivo, presionó con él a su adversaria, que cometió el primer error del día y la europea consiguió medio punto a la postre crucial.

Lo mejor estaba por venir. En el undécimo duelo del día, Azahara Muñoz empataba su partido ante Angela Stanford en el hoyo 15. Pero la malagueña sacó su garra en el 17, en el que la andaluza ejecutó un segundo golpe maravilloso para acabar firmando un birdie que le ponía uno arriba. El hoyo 18 acabó resultando un paseo triunfal de todo el equipo europeo, vitoreando a una Azahara que, como ella misma confesaba al finalizar, estaba tan nerviosa que no sabía cómo había podido pegar el segundo golpe. Muñoz y Stanford sellaron la paz, se intercambiaron los putts y estalló la alegría en el bando europeo mientras el equipo americano lloraba desconsoladamenta al ver cómo la Solheim Cup viajaba rumbo a Europa.

Sin duda, en el Killeen Castle se han visto tres factores decisivos que han terminado por decantar el triunfo de Europa: la revolución de las rookies, el mal juego de las veteranas y el acierto en las decisiones directas de las capitanes.

En cuanto a las novatas, cabe destacar las brillantes actuaciones por parte europea de Azahara Muñoz, Caroline Hedwall y Christie Boeljon. Y por parte del equipo americano, qué decir de Ryann O'Toole o la propia Morgan Pressel, que realmente desplegaron un golf de altísimo nivel difícil de igualar.

Han defraudado algunas de las veteranas de ambos equipos. Ha sido el caso, por ejemplo, de la inglesa Laura Davis, que no ha tenido precisamente el fin de semana más brillante de su dilatada carrera. Más bien todo lo contrario, pues sus participaciones en los duelos en pareja han sido salvadas por la gran actuación de Melissa Reid. Por parte americana, Juli Inkster (51 años) se ha despedido con una actuación bastante mala, a excepción del golpe de búnker del hoyo 18 que le sirvió para dar medio punto a su equipo.

Por último, destacar las decisiones directas en la designación de algunas jugadoras, que han sido acertadas en su totalidad. Qué gran decisión, por ejemplo, la de Rosie Jones de elegir a Pressel, acallando las críticas que decían que una jugadora de 24 años, que sólo había disputado siete torneos en el LPGA, no estaba preparada para representar a su país. También acertó la capitana del equipo europeo, Alison Nicholas, al designar a Muñoz y Boeljon.

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