En un intento de criticar a Joan Laporta, o quizá en un ataque de sinceridad, el presidente del Barcelona, Sandro Rosell, le ha dado un buen palo a su amado entrenador, Pep Guardiola.
Rosell ha asegurado, durante la Asamblea anual del club, que Ibrahimovic fue "la peor operación de la historia del club y nos obligará a todos los directivos a avalar de nuestro bolsillo", recordando que su fichaje y posterior venta ha traído muchos desajustes económicos al club.
Lo que no recuerda el actual presidente azulgrana es que fue el técnico de Sampedor quien solicitó, primero, el fichaje del delantero sueco y descartó, el verano siguiente, su continuidad en el club.