El Sevilla ha logrado una muy sufrida victoria en su estadio ante el Valencia en un partido loco que terminó con tres expulsiones, penaltis, palos y muchas, muchas protestas al colegiado por parte de ambos conjuntos.
La primera mitad sólo tuvo un color, el blanco del Sevilla, que se mostró muy superior a un Valencia totalmente desconocido. En los primeros compases Kanouté vio cómo le anulaban injustamente un tanto, pero el malí se resarció después definiendo a la perfección el uno contra uno ante Guaita tras gran asistencia de Navas. Era el minuto 17, y del Valencia no volvió a saberse nada hasta el descanso. Lo mejor que le pasó a los de Emery es que el Sevilla desperdiciara sus oportunidades para ampliar la distancia.
En el segundo acto, sin embargo, los ches saltaron al terreno de juego con otra cara, y buscaron la igualada desde el arranque. A ello ayudó la tempranera expulsión de Trochowski por doble amarilla -ambas merecidas- lo que permitió que el Valencia dispusiera de varias ocasiones, aunque siempre se topó con un inmenso Javi Varas.
En el minuto 66 se produjo la acción que pudo cambiar el sino del encuentro. Aduriz encara a Varas y en última instancia es derribado por Escudé. Penalti y expulsión, con lo que el Sevilla se quedaba con nueve. Sin embargo, Banega disparó al palo.
Además, la inferioridad numérica se vio reducida dos minutos después gracias a una actuación lamentable de Spahic. El central sevillista se acercó a Aduriz, le pisó levemente, y el delantero respondió con otro leve pisotón, ante el que el croata cayó como si le hubieran dado un tiro. Algunos dirán que fue una acción de listos, que Spahic le provocó y Aduriz picó. Pero la realidad es que el croata hizo un teatro exagerado para engañar al árbitro y al fútbol, que una vez más volvió a dejarnos una imagen muy negativa y bochornosa.
Con todo, los últimos 15 minutos el Valencia, aún con uno más, trató de igualar el choque, pero no pudo en ningún momento con un Sevilla colgado del larguero y, cuando lo hizo, se topó con un Javi Varas inconmensurable. La parada que le hizo a Soldado en el tiempo de descuento fue antológica, y sirvió para amarrar tres puntos de oro.
El Athletic sigue sin ganar
El Athletic sigue sin solucionar los problemas que le mantienen en la parte baja de la tabla tras empatar a un gol en San Mamés frente al Villarreal, que, por su parte, empieza a aliviar su mal inicio de temporada.
Igor Gabilondo marcó el gol del conjunto rojiblanco justo antes del descanso, adelantándose en el primer palo a Zapata tras un gran centro de Iraola desde la derecha, pero Nilmar logró el empate nada más regresar de los vestuarios en una jugada de Rossi que dejó retratada a la defensa local.
Fue de lo poco que hizo el equipo de Juan Carlos Garrido ante un rival que no acaba de arrancar con el argentino Marcelo Bielsa en el banquillo, con el que sólo ha sumado 2 de los 15 puntos posibles en lo que ve de campeonato. No lleva muchos más el Villarreal, 5, aunque 4 en las dos últimas jornadas.