El Fenerbahçe está castigado por la Federación Turca de Fútbol (TFF) tras una invasión de campo en un partido amistoso ante el Shakhtar Donetsk ucraniano. Este martes, frente al Manisaspor, el conjunto estambulí cumplía el primer partido de su peculiar castigo: los hombres y los niños mayores de 12 años no podían entrar al campo, mientras que para el resto no había prohibición alguna.
Así, el choque ante el club de Manisa fue presenciado por 41.000 aficionados, entre mujeres y niños, animando al Fenerbahçe. El ambiente que se creó en el Sukru Saracoglu recordó a los grandes partidos y nada tuvo que envidiar a cualquier otro día.
El peculiar partido comenzó con un acto en el que los jugadores de ambos equipos tiraron flores a las miles de aficionadas que abarrotaron el estadio. "Recordaré siempre esta noche. No es normal ver tantos niños y mujeres en el campo", decía el capitán del Fenerbahçe, Alex de Souza. A pesar del apoyo de mujeres y niños, el equipo local empató 1-1. "Revolución femenina en el Fenerbahçe" o "Día mundial de la mujer del Fenerbahce", titularon los diarios turcos.
"Tenemos que agradecerles a las damas por venir a apoyarnos. Es difícil jugar sin hinchas", señalaba a Lig Tv el nigeriano Joseph Yobo, quien juega con el Fenerbahçe en calidad de cedido por parte del Everton inglés.