España se ha clasificado para una nueva final de la Copa Davis después de que Rafa Nadal haya conseguido el punto definitivo ante Jo-Wilfred Tsonga en tres sets (6-0, 6-2 y 6-4). El balear, que llegaba muy cansado de la final del Abierto de Estados Unidos, ha sido una vez más decisivo en la eliminatoria consiguiendo los dos puntos que ha jugado.
La Plaza de toros de Los Califas de Córdoba terminó hirviendo de gozo con la victoria de Nadal sobre el auténtico número uno francés por 6-0, 6-2 y 6-4 en dos horas y 17 minutos. Los gritos de "Rafa, Rafa, Rafa" y "torero, torero", abarrotaron el coso taurino, que por primera vez en la eliminatoria se llenó para ver el triunfo histórico del jugador de Manacor, y la derrota de Francia, nueve veces ganadora de la Davis, y finalista el pasado año.
"La eliminatoria se complicó un poco, pero hoy me he sentido muy cómodo, y cuando le tiraba a su revés, él se resentía", ha dicho Nadal a pie de pista. "Es difícil jugar mal con este ambientazo", ha continuado. "Córdoba nos ha hecho sentirnos fabulosos", ha añadido el zurdo de Manacor. "Con un ambiente así, precioso, y especial, se hace increíble jugar, y hoy ha sido un día de estos, en los que especialmente he disfrutado". "Yo no pude ir a Austin y hay que agradecer a mis compañeros aquel triunfo contra EE.UU., y ahora prefiero a Argentina en la final. Es más bonito jugar contra ellos, y tengo más amigos allí que en Serbia, y sería en casa además", ha comentado el español.
España luchará por el quinto título en esta competición, del 2 al 4 de diciembre, contra Argentina, que ha derrotado a Serbia después de que Novak Djokovic se retirara por lesión. La final se jugará en España. Valencia y Madrid, suenan ya como futuras sedes y será la repetición de la final de 2008 en Mar del Plata.
El jugador de Le Mans, sustituto de Gilles Simon, no pudo jamás entrar en el partido, ni romper ni una sola vez el saque de Nadal, que con este triunfo amplia su racha en la Davis, con 18 victorias, por solo una derrota, y con un parcial en tierra inmaculado de 14-0. Fue precisamente el primer duelo en tierra entre Nadal y Tsonga, y un buen apunte para ambos por si alguna vez se ven las caras en Roland Garros.
La velocidad y fuerza de Nadal se demostró en números. En el primer set, no cedió ni un solo punto con su saque y rompió tres veces el de Tsonga que, eso sí, comenzó el partido con un servicio directo como hizo el sábado en el partido de dobles, donde fue la gran bestia del equipo francés.
En el segundo y tras ceder siete juegos consecutivos, y a los 43 minutos de duelo, el francés logró el primer punto sobre el servicio de Nadal, y eso que lo hizo con las cuerdas rotas. Espoleado por su capitán Guy Forget, Jo-Wilfried tomó la decisión de jugarse el partido a la desesperada, con saque-red como alternativa, y morir en la red si era necesario, como si Córdoba fuera Wimbledon.
Sufrió el galo, pero logró cambiar algo el signo del encuentro, aunque de forma insuficiente. Nadal le rompió de nuevo en el quinto y séptimo, y tomó una ventaja ya demasiado amplia para la moral de su rival, y de los trescientos aficionados franceses, que poco a poco se fueron desvaneciendo en sus gritos de apoyo a "Jo-Wi"
En total, Rafa logró seis juegos en blanco con su saque y solo cedió con este arma, seis puntos en todo el encuentro. Rompió seis veces el saque de Tsonga, y acabó con los nervios del francés que finalizó enrabietado, tirando la raqueta y dando una patada a uno de los anuncios situados al borde de la pista, cuando en el tercer set intentaba como podía destrozar la bola y variar el signo del duelo.
Con esta victoria, España logra mitigar la derrota (5-0) encajada el pasado año en Clermond Ferrand, donde no jugó Nadal; suma el triunfo número 20 en casa, en tierra, desde que perdió contra Brasil en 1999 en Lérida, y se mantiene invicta en una plaza de toros, informa EFE.