Fernando Torres está de capa caída. El pasado martes tuvo que ser testigo desde la grada del estadio de Las Gaunas (ogroño) de la goleada (6-0) que sus compañeros de la selección española le endosaron a Liechtenstein, sellando así matemáticamente la clasificación para la Eurocopa de Polonia y Ucrania 2012. Junto a él, también estuvieron en la grada Santi Cazorla, Botía, Javi Martínez, Martín Montoya y Pepe Reina.
Hace poco más de tres años, durante la Eurocopa de Austria y Suiza 2008, parecía impensable que el Niño, el héroe de la final ante Alemania (1-0), no se vistiera de corto. Ni siquiera que estuviera en el banquillo. Pero los tiempos parecen haber cambiado.
Parece serio, pues, el aviso del seleccionador Vicente del Bosque al delantero de Fuenlabrada: si no reacciona en el Chelsea, las puertas de la selección se le pueden empezar a cerrar a pocos meses de la Eurocopa. Además, Torres está viendo cómo Álvaro Negredo le está ganando la partida. El delantero del Sevilla marcó dos de los seis goles de la noche en Las Gaunas -ya suma cinco como internacional absoluto-.
Por si fuera poco, Fernando Llorente también anda ahí al acecho, aunque el delantero riojano del Athletic de Bilbao se quedó finalmente sin marcar ante sus paisanos. Sin olvidar a Roberto Soldado, gran artífice de la victoria del Valencia en la pasada jornada de Liga contra el Racing de Santander al marcar tres de los cuatro gole de su equipo (4-3).
Así pues, casi puede afirmarse con rotundidad que si Del Bosque tuviera que ofrecer mañana la lista de 23 convocados para la cita del próximo verano en Polonia y Ucrania, seguramente el Niño se quedaría fuera.
A su favor, Torres cuenta con que es un peso pesado en la selección española, el séptimo jugador más internacional con 88 partidos y el cuarto máximo artillero con 27 tantos -el último lo consiguió en la goleada por 0-4 frente a Estados Unidos el pasado 4 de junio en el Gillette Stadium de Boston-, sólo por detrás de David Villa (51), Raúl González (44) y Fernando Hierro (29).
Desde que se lesionó la rodilla izquierda hace algo más de un año, durante la final del Mundial de Sudáfrica 2010 contra Holanda, el madrileño sólo ha marcado un gol con el Chelsea y las críticas arrecian. Incluso en los entrenamientos se le ve vervioso e impreciso, fallando más controles y pases de lo habitual.
Aunque siempre haya sido un fijo en los esquemas de Del Bosque, la Eurocopa 2012 está en peligro si no se pone las pilas. Y además rápido.