El Atlético comenzaba el verano inmerso en un mar de dudas. Las convulsas salidas de De Gea, primero, y el Kun, después, había dejado a sus aficionados faltos de ídolos, una vez que Forlán había perdido ya el cariño de los suyos tras una temporada más que discreta.
Tras el fichaje de Agüero por el Manchester City los colchoneros cayeron en un inmenso desánimo, viendo cortadas sus ansias de crecer por una directiva más pendiente de vender y ganar dinero que de llevar al club al lugar que le corresponde. Además, los rumores sobre un delantero que no terminaba de llegar –lo de Osvaldo fue de traca- aumentaban el pesimismo.
Pero todo esto ha cambiado en cuestión de días. Pese a las continuas negativas del presidente del Oporto, que llegó incluso a reírse del Atlético, el colombiano Falcao se convirtió en nuevo jugador rojiblanco. Costó 40 millones, un dineral, pero nadie duda de que el delantero es uno de los mejores nueves del planeta, y sólo el hecho de que no se trate de un futbolista más mediático le ha impedido recalar en un club más grande. Mejor para el Atlético, y para sus aficionados.
El último día de mercado llegó el brasileño Diego, lo que terminó de desatar la euforia en los seguidores rojiblancos. La calidad del ex del Wolfsburgo –de donde llega cedido- está fuera de toda duda. No hace mucho, apenas dos temporadas, pasaba por ser uno de los futbolistas más prometedores del planeta, lo que le llevó a la Juventus por 25 millones de euros.
Sin embargo, el paso de Diego por el siempre complicado fútbol italiano fue un fracaso, y tuvo que regresar a Alemania. Ahora, con 26 años, busca, como él mismo ha indicado, recuperar su mejor nivel para regresar a la selección brasileña, en la que no hace mucho era indiscutible.
Está claro que el Atlético de Madrid es un buen lugar para lograrlo. Su historia recuerda mucho a la de Reyes, hoy sin duda uno de los mejores jugadores del Atlético –si no el mejor- y a quien el asentamiento en la casa rojiblanca le ha permitido recuperar un nivel que apuntaba hace años y que se dejó por el camino.
Incluso Arda Turan ilusiona ya a la afición colchonera. Futbolista prácticamente desconocido para la mayoría, su actuación de este viernes, en la que un gol suyo en el tiempo añadido le dio la victoria a Turquía, ha sonado con fuerza en la prensa madrileña.
De repente, el Atlético parece que puede disputar el "título de los terrestres", aquél que se juegan todos los equipos de la Liga excepto Real Madrid y Barcelona. Equipo tiene para ello. Un año más...