Bocona, justamente lo que Arbeloa íntentó imitar esta vez fue el teatrillo made in blancanieves..., o sea, hacer teatrillo como hacen sus enanitos. La pena es que como es mucho mas grande, cantó mucho.
La mejor actuación no fue ni de Ozil ni de Cristiano ni de Benzema. La mejor actuación de un jugador del Madrid ayer viernes 2 de septiembre de 2011 fue la de Arbeloa. ¡Qué bien se tira este muchacho dentro del área!. Debe ser que Mou-riño les obliga a practicarlo a diario. Una naturalidad difícil de conseguir si no se practica con asiduidad. El árbitro, un pardillo, se lo creyó y pitó penalty. Yo estaba feliz y contenta viendo cómo España se merendaba a Chile. Me parecía increible después de presenciar la 1ª parte del partido. Claro, ya no estaba en el campo Xabi Alonso y se repetía lo ocurrido contra Chequia y, sobre todo, contra Holanda en la final del Mundial. El equipo, cuando juega realmente bien, es cuando él no está. No tiene ni idea de cómo salir desde atrás con el balón bien jugado. Alguna vez hace un pase largo excelente pero es un estorbo en la mayoría de las ocasiones. Arbeloa fue, ayer, un ejemplo clao de lo que no debe hacer un futbolista que, como él, acusa a otros de tirarse después de soltarles una patada en las canillas. Un ejemplo claro de la sinceridad que dice Mou-riño que él practica. Una prueba fehaciente del buen teatro que, según Mou-riño, se puede ver en Barcelona. Bocona
A veces me parece que Eva Hache juega con Alemania y otras que Ozil trabaja en la secta. Tengo que hacérmelo mirar ....
Cómo se nota lo jodidos que andan los culerdos, como la tal bocona, con el hecho de que se haya descubierto el pastel sobre la infame forma de jugar y de entender el fútbol que tiene su equipo de bailarinas lloronas y teatreras. Sin venir a cuento, entran a comentar una noticia que nada tiene que ver con lo que ellos dicen, como un elefante entra en una cacharrería, intentando justificar no se sabe qué y soltando una chorrada tras otra. Qué mal deben andar de conciencia lo pobres. Y qué mal se debe vivir con esa obsesión enfermiza que les hace comentar cualquier noticia, aunque no venga a cuento, dsiparando sin ton ni son como un mono loco con dos pistolas. Pobres infelices.