José Antonio Camacho afronta el reto de dirigir a la selección china con la mayor ilusión del mundo. El técnico murciano estará tres años en el país oriental y se quiere integrar al máximo: "Tengo mucho interés en aprender todo el chino que pueda". De momento, ya hace sus pinitos.
El principal reto que tendrá que afrontar será la clasificación para el Mundial de Brasil. Llama la atención que un país tan grande solo haya llegado a la fase final de un campeonato del mundo y es que, como explica Camacho, "aquí tienen sólo treinta mil licencias, cuando son mil trescientos millones de chinos".
Entre tanto chino, lo primer que quiere hacer el entrenador de Cieza es que la gente se vuelque con el fútbol y, de ahí, empezar a sacar buenos jugadores. "Entre más de mil trescientos millones de habitantes tiene que haber buenos futbolistas, así que los encontraremos y les enseñaremos lo que se dejen", explica en una entrevista con el diario As.
Los motivos de su contratación son que a Camacho le ilusionaba el proyecto serio y ambicioso: "La oferta de China era concreta, seria y firme. Por eso me he decidido a venir", indica.
Por último, el entrenador se muestra ilusionado en mejorar a China y cree que pueden llegar a ser buenos en el fútbol como en otros aspectos de la vida: "Los chinos son gente de orden, trabajadora y seria y da gusto contar con ellos. Son una potencia mundial en todo y también lograrán serlo en fútbol", ha concluido.