Parecía que el fichaje de Cesc por el Barcelona se iba a hacer oficial ayer. De hecho, los jugadores azulgranas lo daban por hecho y así lo expresaron públicamente, y cometieron un error. Al Arsenal no le gustó demasiado que se adelantaran al acontecimiento y decidió retrasar el traspaso.
Piqué, haciendo gala en las redes sociales de un gran dominio del lenguaje, hablaba así de la llegada de su amigo: "Aiaiaiaiaiaiaiaiaiai!!!! Quins nervis!! I'm a bit nervous!! Ooooooohh! Moc moc!".
Mientras tanto, en Inglaterra, el futbolista ya se encontraba metido en un coche camino del aeropuerto de Heathrow con la intención de tomar el primer vuelo con destino Barcelona y hacerse la foto oficial con el club. Sin embargo, recibió una llamada del Barça pidiendo que retrasara el viaje para no enturbiar la concentración de la plantilla de cara a la Supercopa.
Además, el departamento de comunicación del Arsenal expresó al Barcelona su malestar por los tuits de Piqué y de Puyol. Como represalia decidieron no enviar el e-mail para cerrar el fichaje, que se alargará hasta el lunes previsiblemente.
Preguntado sobre la llegada de Cesc, Pep Guardiola expresaba en la rueda de prensa previa al partido ante el Real Madrid que "todavía es jugador del Arsenal" y dejaba un recado para sus futbolistas: "Las redes sociales son imparables, pero yo no voy a los tuits de Piqué y Puyol para saber como está la situación, sino que hablo directamente con Andoni Zubizarreta (secretario técnico) y Josep Maria Bartomeu (vicepresidente deportivo)".