La Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) convocó ayer una huelga para las dos primeras jornadas de Liga. Con su presidente, Luis Rubiales, a la cabeza y escoltado por jugadores de la talla de Casillas o Puyol los futbolistas dijeron basta. Entre los motivos, el fondo de compensación salarial que les asegure el cobro de su salario, pero hay más.
Garantías de pago
Es el punto clave del conflicto. La AFE asegura que el Fondo de Garantía Salarial de 10 millones de euros, aprobado el pasado 3 de agosto por la Liga de Fútbol Profesional (LFP) se queda corto. Ahora, la LFP ofrece 40 millones de euros, pero los futbolistas estiman que la deuda en 2015 rondará los 70 millones de euros.
El Fondo de Garantía Salarial tiene como objetivo garantizar el cobro de sus sueldos a los futbolistas si los clubes no pagan. Además, la AFE pide que, si pasan tres meses de impagos, los jugadores puedan romper el contrato unilateralmente y el club baje a Segunda B.
Además, la actual Ley Concursal evita el descenso de morosos. Los clubes que no pagan por sus traspasos ni las fichas de sus jugadores se acogen a esta ley para evitar el desembolso de dinero mientras continúan fichando y jugando en Primera División.
Vacaciones
En la foto de ayer, destacaban un gran número de jugadores de la selección. Apenas sin dormir después de regresar de Italia, Casillas, Xabi Alonso, Llorente o Cazorla acudían a respaldar la convocatoria. Ellos no tienen problemas para cobrar sus salarios, pero se solidarizan con los jugadores de clubes más molestos.
Sin embargo, también hay una parte que les influye. Y es que la LFP propuso que los partidos internacionales deberían computarse como período vacacional.
Derechos de imagen
Los jugadores se niegan en rotundo a ceder sus derechos de imagen a los clubes a cambio de nada. Actualmente, cada futbolista negocia individualmente, cuando son fichados, estos derechos. Con los anuncios, los jugadores se embolsan una gran cantidad de dinero al que no están dispuestos a renunciar.
La LFP, además, llegó a ofrecer a los jugadores parte del dinero que recaudan por la venta de cromos para su fondo. Sin embargo, los futbolistas creen que deberían tener derecho a una parte de los ingresos obtenidos por la televisión.