La LFP ha hecho públicos hoy los horarios de la primera y segunda jornada de Liga y ha confirmado lo que ya se sabía desde la temporada pasada: habrá fútbol a todas horas durante todo el fin de semana.
El objetivo primordial es que cada partido tenga su propio horario, salvo alguna excepción, sin coincidir con ningún otro. En el fondo subyace otra razón comercial: abrir la liga a otros mercados, sobre todo el asiático, para lo cual sería al menos un partido matinal por jornada. Eso es lo que le sucederá al Rayo Vallecano y al Mallorca, que abrirán la Liga el domingo a las 12:00, o al Atlético, que recibirá a Osasuna en el mismo horario en la segunda jornada.
De este modo, los horarios serían el sábado desde las 18:00 hasta las 00:00 –tres partidos-, y el domingo comenzará a las 12:00, continuará a las 16:00, a las 18:00, a las 20:00 y a las 22:00. Además, se mantendrá el partido del lunes a las 21:00, tal y como sucedía la temporada pasada.
Disparidad de opiniones
La confirmación de este nuevo horario ha encontrado defensores y detractores. En un lado están quienes argumentan, al igual que la propia federación, que es una fórmula ya implantada, y con éxito, en otros países como Italia o Inglaterra, que permite llegar a más amplitud de mercado –uno de los objetivos marcados- y que además a los equipos les reportará mayores beneficios económicos en forma de ingresos televisivos.
En el otro, la principal queja radica en las elevadas temperaturas que tendrán que sufrir los futbolistas en los partidos más tempraneros –jugar a las 16:00 en pleno agosto no debe ser muy agradable- y en la disponibilidad de los aficionados, que ahora tendrán más complicado acudir al estadio, y sobre todo si hay desplazamiento de por medio, si no se sabe hasta pocos días antes –como sucede desgraciadamente con nuestra federación- si tu equipo jugará sábado por la tarde, sábado por la noche, domingo por la mañana, domingo por la tarde, domingo por la noche o lunes por la noche.
Por no hablar de la radio, el principal perjudicado en todo este tema. Se acabó aquello de escuchar varios partidos de manera simultánea, saltando de estadio a estadio.