El Barça, representado por su filial, se ha impuesto al Girona (2-1) con goles de Cristian Lobato y Riverola, y jugará este martes la final de la Copa Cataluña contra el Espanyol.
El equipo dirigido por Eusebio Sacristán ha mostrado una gran efectividad y ha podido remontar el tanto inicial del Girona, que ha merecido mejor suerte en un duelo igualado.
La primera acción de peligro la tuvo el conjunto que dirige Raül Agné, en un córner. El defensor Richi conectó un fuerte disparo tras un balón peinado y Miño respondió con una excelente parada de reflejos (m.17). Un presagio de lo que pasó minutos después, cuando Dorca dejó solo a Saizar con una gran asistencia y el delantero del Girona batió por bajo al guardameta azulgrana, anotando así el primer tanto del partido (1-0, m.31).
El filial reaccionó gracias a Cristian Lobato -uno de los nuevos fichajes- que regateó a defensores hasta que encontró un hueco y definió con maestría con un disparo ajustado al palo. Fue la única ocasión del Barça en la primera parte.
Con el 1-1 se llegó al descanso, y en la reanudación se vio un partido más abierto, con ocasiones para ambos equipos, lo que aprovechó el Barça para anotar un gol con todas las señas de identidad de la filosofía azulgrana. Jugada colectiva azulgrana que culmina Riverola (m. 57) al rematar dentro del área pequeña un centro medido de Carmona, un gol que por la forma que se produjo bien podría haberlo firmado el primer equipo.
El Girona tuvo oportunidades para empatar, pero los de Eusebio mantuvieron la renta hasta el final gracias a un gran Miño.
El Espanyol también gana
El Barcelona se enfrentará este martes en la final al vigente campeón, el Espanyol, que horas antes se había impuesto al Gimnàstic por 1-2, con dos goles del ítalo-argentino Dani Osvaldo.
En una primera mitad de pocas ocasiones, el Nàstic golpeó primero con un gran contraataque. El ex mallorquinista Tuni ponía un centro perfecto desde la banda izquierda que Eloy Gila peinaba al fondo de la red de manera impecable con la cabeza (m. 37).
La alegría, pero, duró poco para los tarraconenses. Sólo cuatro minutos después Osvaldo anotaba de forma acrobática una genial asistencia de Sergio García y devolvía la tranquilidad a los periquitos.
En la segunda parte, el conjunto de Mauricio Pochettino buscó con insistencia el gol -entre Osvaldo y Verdú perdonaron una ocasión clarísima en el minuto 55- y el tanto terminó llegando a falta de 4 minutos del final. De nuevo, el italo-argentino demostraba que es el hombre con más pólvora del Espanyol, y con un certero remate de cabeza llevaba a los blanquiazules directos a la final.
El duelo también tuvo un fuerte componente emotivo puesto que justo hacía dos años que murió el excapitán del Espanyol Dani Jarque.