El despido de Kurt Rambis como técnico de los Timberwolves ya es oficial. Hace justo tres meses, el presidente de la franquicia, David Kahn, dijo que tenía que tomar una decisión sobre el futuro del técnico, dejando entrever que no seguiría la próxima temporada.
Pese a tener claro que no iba a continuar, Kahn le mantuvo en el cargo para que trabajase durante el draft, le pidió que hiciese un informe sobre lo que haría si permaneciese una tercera temporada y le preguntó si estaba dispuesto a aceptar un puesto directivo en caso de dejar de entrenar. Pero lo cierto es que el presidente de los Timberwolves no permitió que Rambis estuviese en la rueda de prensa de presentación del base español Ricky Rubio.
Kahn dijo este martes que el equipo, el peor de la pasada temporada con un balance de 17 victorias y 65 derrotas, tenía que cambiar de dirección y que el despido del técnico no suponía que le hiciera responsable del bajo rendimiento de los Wolves.
Tanto Kahn como la organización de los Timberwolves han recibido un sinfín de críticas durante las últimas semanas por jugar con el futuro profesional de Rambis y, al tiempo, perder oportunidades de buscar un buen sustituto, debido a que algunos de los posibles candidatos ya han sido elegidos por otros equipos. Los Timberwolves se ven asimismo en la obligación de pagar al técnico cuatro millones de dólares por los dos años más de contrato que le quedaban, de los cuatro que había firmado.
Aunque la llegada de Ricky Rubio ha dotado al equipo de un gran atractivo para muchos entrenadores que admiran su juego, su talento y su potencial, esos técnicos también son conscientes del gran trabajo que tienen que realizar para reconstruir la peor franquicia de la NBA. Bajo la dirección de Rambis, uno de los discípulos del legendario Phil Jackson, los Timberwolves han sumado sólo 32 triunfos por 132 derrotas.
El equipo de Minnesota tendrá que elegir entrenador entre una lista de veteranos que seguro cobrarán mucho más que su predecesor, algo que el dueño del equipo, Glen Taylor, tendrá que sopesar con detenimiento, y más si se corre el riesgo que no haya competición la próxima temporada debido al cierre patronal.
Los nombres que suenan para el cargo son los de Don Nelson, que podría volver a la competición y es un admirador del juego de Rubio, junto a Rick Adelman y Larry Brown. En las últimas horas se ha unido a la lista el veterano Bernie Bickerstaff, actual entrenador asistente de los Trail Blazes de Portland, equipo que ha dado permiso a los Timberwolves para negociar con él.