Uruguay comenzó mejor el partido y casi desde el inicio llevó peligro al área rival frente a una defensa chilena que en la primera mitad se mostró nerviosa e insegura cuando fue apurada. Forlán tiró todas las faltas de su equipo pero pocas de ellas fueron con su reconocida puntería.
La primera jugada clara de gol la tuvo Suárez (m.18) cuando tras recibir un pase de Cavani quedó cara a cara con Bravo, pero remató fuerte y desviado. El delantero del Liverpool se comió un gol poco creíble y los cerca de 35.000 chilenos presentes en el estadio respiraron aliviados. En esa primera mitad la selección de Chile extrañó a Matías Fernández, baja por lesión y Alexis Sánchez fue bien controlado por los centrocampistas uruguayos.
Fue entonces cuando Vidal, con un tiro potente pero algo elevado, y Suazo, buscando por todo el frente de ataque y jugando de espaldas a la portería rival, sacaron la cara por la roja. Casi en la media hora llegó una nueva ocasión para los celestes cuando Forlán conectó de cabeza aunque débil un centro desde la derecha y el defensa Contreras sacó el balón en la línea de gol, con el portero Bravo ya superado. El cierre del primer tiempo fue para Chile que pareció despertar tras una jugada fortuita.
El segundo tiempo ganó en emotividad y tuvo a los chilenos como dominadores. Jiménez exigió a Muslera tras un rebote y fue el primer aviso para el portero uruguayo que tuvo mucho trabajo en la segunda mitad. La apertura del marcador para Uruguay llegó en una buena jugada de Suárez que limpió rivales por la banda izquierda pasó a centro del área y Álvaro Pereira, que volvia al equipo titular, remató por bajo y al centro del área.
Al verse en desventaja Chile salió a buscar el empate y se vio lo mejor de Alexis Sánchez. El habilidoso jugador comenzó a complicar a la defensa uruguaya y en una arremetida por la banda izquierda, tras buena pared y aprovechar un resbalón del uruguayo Pereira, colocó el balón junto al poste izquierdo de Muslera. Gran gol.
Chile se creció, alentado por sus seguidores que abarrotaron el estadio, y los uruguayos comenzaron a sufrir el partido. Muslera paró un cabezazo de Jiménez que llevaba destino de gol y poco después fue Jara quien le quemó las manos al portero uruguayo con un remate potente desde larga distancia que rechazó el meta con los puños.
Los uruguayos se cerraron en defensa y el final del partido tuvo a los chilenos como dominadores y a los celestes reforzando el centro del campo para mantener un empate sufrido.