André Villas-Boas quiere, en su primer año como técnico del Chelsea, hacer historia y, de esta manera, superar los mágicos registros que dejó su compatriota Mourinho en el equipo inglés. El técnico portugués pretende repetir el fantástico año en el Oporto, con el que consiguió tres títulos. Poco a poco está diseñando su plantilla y si algo le sobra al Chelsea de Abramovich, son millones. Villas-Boas no se va a conformar con fichajes de 'medio pelo' y ya ha pedido a la directiva blue lo mejor de cada casa.
Esta vez, se ha fijado en el central preferido de Mourinho. Quiere a Pepe ya, para la defensa y también por su posible función en el mediocentro. Espera que sea su hombre fuerte y está dispuesto a pagar la elevada ficha que el Real Madrid le puso hace unos meses.
Cuando terminó la pasada temporada, Pepe se marchó con la renovación prácticamente cerrada -cuatro años más y cuatro millones netos por temporada-, pero a falta de firmar. El dueño ruso del Chelsea, Abrahamovich, está dispuesto a ofrecerle los 5 millones anuales que el jugador pedía al principio de las negociaciones para renovar con el Madrid, además de una duración contractual de cinco temporadas.