Neymar da Silva es una de las grandes atracciones en la inminente Copa América de Argentina. El delantero brasileño, concentrado con su selección en la localidad de Los Cardales –al norte de Buenos Aires–, aguarda impaciente su debut en el torneo ante Venezuela el próximo domingo.
Y también está a la espera de conocer su futuro después de que el Santos, con el que la semana pasada conquistó la Copa Libertadores tras derrotar en la final al Peñarol de Montevideo, le diera luz verde para negociar con los cinco equipos que pretenden hacerse con sus servicios (Real Madrid, Barcelona, Chelsea, Manchester City y Anzhi).
El técnico del Santos, Muricy Ramalho, dijo este miércoles abiertamente que la estrella brasileña debería jugar en el Barcelona y no en el Madrid, temeroso de que José Mourinho no le dé la "libertad necesaria". "Imaginen a Neymar y Messi juntos", añadía el entrenador.
Pese a los consejos de Ramalho, que agradece, Neymar tiene claro dónde quiere jugar a partir de ahora. "No quiero saber nada del Barcelona. El año que viene jugaré en el Real Madrid", le ha dicho el futbolista a su amigo Dani Alves durante la concentración de la canarinha, en una conversación que desvela Marca.
Pese a que la idea del delantero brasileño es jugar el Mundial de clubes con el Santos, el Real Madrid quiere que Neymar se incorpore este mismo verano, justo cuando acabe la Copa América el próximo 24 de julio.