El público francés no ha mostrado su cara más amable al español Alberto Contador en la presentación de los equipos del Tour que se ha celebrado en el Parque temático de Le Puy de Fou, donde un numeroso sector le ha dedicado una sonora pitada.
"Con ustedes, Alberto Contador", triple vencedor del Tour de Francia. El presentador dio paso al líder del Saxo Bank, quien escuchó el concierto de silbidos de una parte del público que llenaba el recinto con 7.000 personas, sensibilizadas por el presunto positivo del madrileño en la pasada edición, cuyo caso decidirá el TAS a primeros de agosto.
Contador aguantó la sonrisa en medio del teatro romano del parque de atracciones del "Cerro del Loco", y esa tendrá que ser su posición en el Tour si quiere sobrevivir con cierta tranquilidad en una carrera que, a dos días de la salida, le ha recordado su litigio pendiente desde su primera comparecencia.
En la primera rueda de prensa convocada por su equipo en Les Herbiers, ya salieron a relucir tres preguntas sobre dopaje. Contador capeó el temporal recordando que le parece "ridículo" que le puedan despojar del Tour de Francia 2011 en caso de un fallo desfavorable del TAS.
"Desde principios de temporada nadie ha pasado más controles que yo y, como ha quedado demostrado, sigo ganando en cada carrera que voy. Tengo claro que en este Tour voy a ser el más controlado", se mentaliza el ciclista de Pinto. Dejó claro Contador ante la prensa internacional que abarrotó el recinto de Les Herbiers que su postura ante el dopaje siempre ha sido de "tolerancia cero"
Del concierto de silbidos dirigido al español a la ovación dedicada al que será su principal rival en la carretera, el luxemburgués Andy Schleck. El público de la región de la Vandée tomó partido por el líder del Leopard, más popular entre la afición gala. Y además, habla francés.
Como Nadal en Roland Garros, Contador se tendrá que hacer a la idea de que no toda la afición francesa estará de su lado. Pero como el tenista mallorquín deberá centrase en devolver todos los golpes que le lleguen. Le esperan algunos reveses. El primero en el teatro galo-romano en plena presentación. Una escena que promete con repetirse de nuevo.