'Deliciano' se toma con humor los piropos de la madre de Murray

Judy Murray, la madre del número cuatro del tenis mundial, armó el taco la semana pasada en Twitter al lanzar una serie de piropos a Feliciano López. "Oooooooh, Deliciano... ¡Se ve genial, como siempre! Creo que voy a necesitar un valium", publicaba en su cuenta personal haciendo un juego de palabras entre el nombre de "Feliciano" y la palabra "delicioso" (delicious).

Ahora el destino ha querido que su hijo Andy y el toledano crucen sus raquetas este miércoles en la Pista Central del All England, en los cuartos de final de Wimbledon.

Nada más ganar su duelo de octavos de final contra el polaco Lukasz Kubot, ante el que remontó dos sets en contra y otras tantas bolas de partido para terminar venciéndole por 3-6, 6-7 (5), 7-6 (7), 7-5 y 7-5 después de más cuatro horas de lucha, Feli hablaba de su próximo enfrentamiento contra Murray. "No me va a regalar nada y encima con toda la gente detrás... Ya jugué un partido contra (Tim) Henman en la Central y ya sé lo que es. Iba ganando yo dos sets a cero y, al final, la gente prácticamente me comía", decía en rueda de prensa.

Y, cómo no, también se refería a los elogios de Judy Murray: "Es divertida, tiene una gran personalidad. Pero el miércoles será un miembro de su familia jugando contra Deliciano. No me apoyará nunca más", aseguraba López en tono de broma, recordando que conoce desde hace bastante tiempo a la familia Murray, pues Andy tuvo como entrenador durante un tiempo a Alex Corretja, gran amigo del toledano, situado en el puesto 44 del ránking mundial. "Por supuesto, nos conocemos muy bien unos a otros", añadía.

El humor con que se ha tomado Deliciano los piropos de Judy contrasta con las ásperas críticas de Andy, que con toda la seriedad del mundo no duda en arremeter contra su propia madre. "No me gusta que haga este tipo de cosas... A ella siempre le ha parecido un hombre muy atractivo, pero esto es demasido", afirmaba el tenista de Dunblane, que pide acabar lo antes posible "con ese sinsentido". "Me dan ganas de vomitar", reconoce el número cuatro de la clasificación mundial.