Rafael Nadal ha calificado de "fantástica" la experiencia de inaugurar el césped de la pista Central este año, lo cual le ha generado una "gran emoción" y más aún contando con la presencia de sus padres, juntos, en el palco real. "Ha sido fantástico. Una gran emoción ser el primero en jugar en esa Central, donde todo está impecable. En mi vida he visto una pista más bonita", ha dicho Nadal después de debutar con victoria.
El español ha asegurado que la apariencia y condiciones de la hierba de esa pista eran tan "perfectas" que le daba "bastante pena romperla", sin embargo, ha bromeado con lo bien que le viene a él hacerlo para hacerse con el partido. "Me da bastante pena romperla, pero también te digo que cuando está más rota juego bastante bien", ha dicho entre risas el número uno del mundo, que se enfrentará el miércoles al también estadounidense Ryan Sweeting.
"No se mejora una barbaridad en seis meses. Los milagros no existen, seguro que es más peligroso a día de hoy de lo que fue en Australia, quizá porque en Australia no estuvo a su nivel porque estaba nervioso o algo. Su sensación será muy distinta esta vez", ha anticipado Nadal sobre su próximo adversario, con el que se midió en el primer Gran Slam del año.
El mallorquín, que ha agradecido la invitación del All England Club a sus padres para presenciar cómo su hijo abría la Central este año, ha explicado que en estos momentos sólo está centrado en su "parte del sorteo", aunque es consciente de la amenaza que los otros tres siguientes favoritos pueden suponerle en su camino hacia la final.
Pensando en sus rivales
"Estoy concentrado en mi parte del sorteo y no en Djokovic, o Federer, hablaremos de hoy, de mañana, pero no de más adelante porque no sé si estaré aquí o bañándome en Mallorca", ha dicho Nadal, que considera un factor a favor del británico Andy Murray el hecho de que haber ganado la semana pasada el torneo de Queen's. "Yo lo gané en 2008, el mismo año en que gané Wimbledon", ha recordado Nadal, en referencia al buen augurio que supone ese triunfo sobre hierba en la antesala de Wimbledon.
Contento con su primera aparición, Nadal sólo se ha lamentado hoy de la forma en que comenzó el partido ante Russell. "Creo que he empezado el partido demasiado rápido. He cometido más errores de los que tocaban. Después he estado hábil para cambiar la forma de jugar y el ritmo del partido. Tras haber salvado la situación complicada del primer set, he empezado a jugar a un nivel muy alto y me ha empezado a funcionar muy bien la derecha", ha relatado el zurdo de Manacor. No obstante, ha reconocido también lo bien que arrancó su rival, que estuvo "muy agresivo".
Ahora, Nadal dispone de dos días y dos noches para mentalizarse de cara a la segunda ronda y para planear alguna salida con los compañeros de circuito para cenar en algún restaurante de Londres. "No he tenido tiempo aún de planearlo. Hablaré con el equipo, si quieren salir, no de fiesta, a cenar, cualquier cosa está bien para mí", ha dicho, informa EFE.